Caso
proveeduría
Hondamente preocupada tiene a nuestra Coordinadora
Sindical el hecho que la embaucadora administración de Millicom, con la anuencia
del silencio de otras organizaciones, esté solicitando firmar una autorización
de descuento por nómina para poder
acceder a los servicios de la proveeduría. Como nuestra misión es la de
defender nuestros derechos laborales y la sostenibilidad de nuestras empresas,
nos vemos en la perentoria obligación de pronunciarnos en manera tajante y
contundente.
No estamos obligados a firmar documentos para poder hacer
uso de los beneficios convencionales que tenemos desde hace muchos años, como quiera que hayamos sido parte de una
sustitución patronal cierta los unos, y los demás por la extensión a que tienen
derecho por la igualdad y la equidad que los cobijara. Así pues que cualquier
llamado a firmar papeles diferentes a lo que ya poseemos por derecho propio se
convierte en una clara violación a las cláusulas normativas que nos amparan.
Adicionalmente a ello, aceptar tal despropósito es nada más y nada menos que
una evidente modificación a nuestros contratos laborales.
Observemos que a través de la trampa que nos están
tendiendo nos están obligando a validar y a autorizar el cambio del cupo de la
proveeduría, lo que conllevaría a que con la excusa del mínimo vital, como ya
ha sucedido, nos impidan adquirir nuestros bienes básicos y necesarios. Además,
EPM no tendría por qué negarnos el servicio, por no firmar dicho documento, toda vez que este es para UNE EPM
Telecomunicaciones S.A. más no para la proveeduría, ya que con el cupón
que se refrenda al momento de pagar, se entiende que se está cumpliendo con
este requisito. Así se ha hecho sin problemas durante los 61 años que tiene la
proveeduría.
Lo que sucede es que, como ya es costumbre de la
administración Millicom, buscan salidas facilista y de afán para ocultar la
negligencia y desconocimiento de los procesos, de quienes están al frente de la
nómina sin siquiera tener idea de lo que es una convención colectiva, porque no nos pueden negar, que esta medida
surge a partir de los graves errores conocidos recientemente, cometidos por los
funcionarios de nómina. Para quienes llevamos tantos años haciendo uso de la
proveeduría, es claro que en la práctica no existe la posibilidad de las
“compras no pagadas”, lo que se convierte en otro elemento
más que sospechoso, sumándole la posibilidad de que las compras no sean canceladas
como dice la mencionada autorización.
El
que en "nómina" no hagan el descuento oportuna y debidamente, no es
culpa del trabajador, pero sí de quienes están fabricando triquiñuelas para alcahuetearles
a funcionarios incapaces, incompetentes y perezosos que cuentan con
jefes que son igual de desinteresados y
que van aprobando cuanta idea absurda les propongan. Y
como Millicom está acostumbrado a comprar sin plata y a no pagar, sus
representantes creen que lo mismo harán
los trabajadores.
También es necesario advertir del peligro existente en
ciertos puntos suspensivos al relacionar las normas, para no transcribirlas
totalmente, porque ahí es en donde se esconde la parte favorable al trabajador;
y lo más censurable es que hayan quienes, como carritos de la administración, no
se atreven a defender por la pereza y porque creen todas las mentiras que les
exponen sin siquiera analizarlas en su perjuicio a sus afiliados. Más allá,
obviamente, de las prebendas que reciben por manejar los buenos términos y el
silencio que les imponen para seguir gozando de los privilegios.
El formato que están buscando imponer, no es más que una manera
de encubrir, como siempre, la negligencia e ineptitud de los funcionarios,
porque esos errores de ellos les son favorables a la administración, debido a
que las compras en la proveeduría no representan una deuda con UNE EPM
Telecomunicaciones S.A., sino con la misma proveeduría.
Como ya lo dijimos, el trabajador realiza su pago en el
momento en que firma el cupón en la proveeduría, otra cosa es que los
funcionarios de nómina no hagan lo que les corresponde hacer. Nuestra compañía es la que queda con la deuda
si descuenta el valor de la nómina y no le paga a la proveeduría, incurriendo
en graves faltas por quedarse con dinero del trabajador, último este que ha
sido oportuno en su pago.
Apreciados compañeros, como nuestro deber es asumir una
posición clara, objetiva, precisa y concisa y alejada de toda pretensión proclive
a aceptar las trampas de una administración caracterizada por sus engaños y
acciones fraudulentas, les solicitamos a todos no firmar la autorización de descuento por nómina
propuesto para supuestamente tener acceso a lo que ya poseemos, porque con ello
estaríamos renunciado a lo que desde 1958 está acordado en la convención
colectiva vigente, y durante muchos años venimos disfrutando y usufructuando,
por sustitución patronal o por extensión de la misma. El Caso proveeduría no es un tema de negocios y prebendas bajo la mesa
y a espaldas de los trabajadores, entre raponeros y traidores, es un derecho
adquirido y punto.
“A los que corren en un laberinto, su misma velocidad
los confunde”
Séneca
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