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lunes, 18 de febrero de 2019

OTRA VEZ ACCION BANDIDA, MISERABLE Y CANALLA DE HUAWEI



Con la complacencia de las administraciones de EPM y la de facto de UNE EPM telecomunicaciones S.A. en cabeza respectivamente, del compulsivo mentiroso, domador de caballos y acomodador de encuestas Jorge Londoño de la Cuesta y el estafador, de talla internacional, Marcelo Cataldo Franco, la bandida Huawei, ha decidido, por enésima vez, dejar sin su salario a nuestros compañeros, intermediados por esa empresa fachada. Lógicamente que no podemos dejar por fuera a los farsantes y traidores sindicaleros que entregaran, en una negociación mezquina, los derechos y conquistas de nuestros golpeados hermanos.


Los explotadores asiáticos, de la mano del bribón Zhang Ying y de su detestable peón y calanchín Federico Vásquez González, nos llegan con sus cuentos chinos, con la complacencia de sus cómplices corruptos en Colombia, para hacernos creer que están quebrados cuando desde un principio denunciáramos cual era la estrategia: montar una empresa fachada y de papel, para robarles los derechos a nuestros compañeros, mediante una comisión que lleva intrínseca el objetivo sicarial laboral más abierto y conocido en nuestra ciudad.

Con el no pago de los salarios a nuestros hermanos de Huawei, están tratando de demostrarle al Ministerio de Trabajo que su invento de la quiebra es cierto y que su pantomima de crisis es creíble. Insistimos en que esto no es verdadero. Desde la llegada del Señor Carlos Santiago Ospina Vanegas, mismo que liderara el proceso del desarraigo nuestro de EPM a UNEPM Telecomunicaciones S.A., y que estuviera al frente de esta farsa en contra de más de 600 trabajadores, sabíamos que la pretensión era la de dejar sin sus derechos laborales a los afectados. Claro que para ello también contaron con la connivencia traidora de un sector del sindicalerismo regional, reiteramos.

Tenemos los elementos y pruebas que conducen a que el invento, de la crisis financiera, es totalmente falso y lleno de contradicciones, por ejemplo, ¿Cómo así que Huawei Internacional presta su logotipo, de manera gratuita, para que cualquiera llegue a decir que no va a responder por unos derechos laborales? Por fortuna, esta certeza, más otras muy delicadas y de mayor envergadura, las tenemos para hacerlas valer en los distintos procesos que ya iniciamos. El negarle el pago puntual a los trabajadores, después de que otros entregaran el salario semanal, es un truquito que no le va a servir para nada a estas administraciones bandidas y raponeras.

Sobre todo los chinos iban a venir a hacer negocios para perder, cuando es más fácil engañar el ojo de un águila, que tumbar a estos chupasangres. Estos dañinos personajes llegan a hacer alianzas, de cualquier forma, para tomarse las economías de países tercermundistas, y para ello se asociaron con la lavadora de activos y secuestradora de trabajadores Millicom. De ahí que entre ambas hayan incurrido en el hampón hecho de llevarse a 600 personas, sin destino conocido, para prometerles el oro y el moro, que dos años después se corrobora como el despojo más ilegal de derechos laborales cometido.

Llegaremos hasta las últimas consecuencias y hasta las instancias a que haya lugar, porque no vamos a soportar la manera antisocial y execrable como pretenden robarse unos derechos ciertos. La amenaza que vienen haciendo, los sinvergüenzas asiáticos, que de no hallar una respuesta positiva a su pretensión de despido masivo, cierran sus negocios en Colombia, no nos va a atemorizar. Por el contrario, que se vayan y cuanto antes mucho mejor, habida cuenta que no requerimos de estos malhechores en nuestra nación. Con la OTRa vez Accion bandida, miserable y canalla de huawei, de no pagarles el salario a nuestros compañeros, demuestra la clase de energúmenos que son estas bestias explotadoras.

“Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa”


JUNTA DIRECTIVA                                                      JUNTA DIRECTIVA
UNIGEEP                                                                   UNITRATEL

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