Miembro Comité Ejecutivo
Veeduría Ciudadana
La
Veeduria Ciudadana “DEFENSA DE EPM y UNE” considera improcedente, innecesaria e
irresponsable la integración UNE TIGO y exige suspender el proyecto de fusión,
para impedir la consumación de semejante disparate empresarial.
Según informa EPM en comunicado de julio 22, el
valor firma de UNE es de aproximadamente
2.100 millones de dólares, incluyendo 150 millones de dólares de prima
de control y el valor firma de Colombia Móvil (TIGO) es de 1300 millones de
dolares. Añade EPM que este valor “será ajustado por la deuda financiera neta,
contingencias y los porcentajes de propiedad de cada una de las partes al
momento del cierre definitivo”. Al tenor del texto
aprobado en el Concejo de Medellín, EPM tendría la mitad más una acción y
MILLICOM la mitad restante, menos una acción, además del control de la empresa
integrada.
UNE EPM argumenta falta de recursos para hacer
frente a las inversiones que demanda el negocio de movilidad, en el cual ya hace
presencia, tanto con su red propia 4G
LTE, como con el 25% que posee en TIGO. Lo que resulta desconcertante es que al
tiempo que afirma lo anterior, propone una sociedad en la cual EPM quedaría con una obligación societaria mayor y por tanto
sería mayor el riesgo y las exigencias de capital para ese negocio.
En efecto, en lo referente a la movilidad, que es
el negocio para el cual EPM arguye no tener recursos, por el contrario su
riesgo aumenta, del 25% de hoy en TIGO, al 50% más una acción en la empresa
integrada resultante de la fusión. En consecuencia, en vez de preservar las
transferencias al municipio, la fusión las expone a mayor riesgo porque EPM
asume una responsabilidad mayor en el tema movilidad.
Entregar el control de un patrimonio público aproximado
del orden de cuatro billones de pesos en activos entraña quedarse sin poder de
decisión y genera destrucción de valor para el grupo EPM como consecuencia de tener
una participación accionaria sujeta a la voluntad de un socio privado que tiene
otros intereses.
Con la figura de fusión aprobada, el grupo EPM solo
tendría a MILLICOM como posible comprador futuro. A nadie le interesa comprar
una participación accionaria mayoritaria controlada por el socio minoritario
que incluso corre el riesgo de diluirse por la vía de capitalizaciones futuras decididas
por MILLICOM como socio controlante. No tenemos duda alguna que eso será lo que
finalmente terminará ocurriendo de darse vía libre a un negocio tan lesivo para
el patrimonio público.
Si por ejemplo se destruyera valor por una mala gestión
del socio minoritario, no habría lugar a compensaciones económicas ni tendría
EPM la posibilidad de remover la administración o cambiar de socio. Simplemente
se haría más barata la eventual compra del porcentaje accionario restante por
parte del socio minoritario controlante. A diferencia de lo expresado por sus
promotores, la figura de fusión aprobada dista mucho de constituir una
verdadera acción tendiente a proteger el
patrimonio del Municipio.
Un revés de MILLICOM en algún país del mundo o una
situación de insolvencia, forzaría la subasta de sus activos, para ser
repartidos entre sus acreedores, dejando al grupo EPM en una posición débil.
Existe además la posibilidad de que MILLICOM sea adquirida por otra compañía,
con el consiguiente cambio de socio y las políticas de dirección y
administración de la empresa fusionada. En el pasado MILLICOM fue socio de una empresa
de telefonía celular (Celcaribe) y no tuvo inconveniente en vender su
participación a COMCEL cuando se le presentó una oportunidad de negocio, que es
lo que finalmente mueve a este tipo de inversionistas.
Antes que minimizar el riesgo de EPM, la fusión lo
empeora porque aumenta su compromiso societario en la empresa resultante de la integración,
al tiempo que desvaloriza su porcentaje accionario, el cual queda sujeto a los
vaivenes empresariales que pueda sufrir MILLICOM en el mundo. Las transferencias al Municipio de Medellín
quedan libradas a la voluntad del socio minoritario controlante. Además, el
índice de endeudamiento de UNE es hoy del 37% contra el 72% de MILLICOM, de
manera que al contrario de lo dicho por EPM y UNE, sus riesgos se aumentan.
El acuerdo de accionistas que dio vida a TIGO,
supuestamente vigente, permite desarrollar una ALIANZA ESTRATÉGICA
para complementar los respectivos portafolios, sin necesidad de feriar los
recursos públicos. Bien podría UNE mantener
sus negocios actuales y ceder la propiedad y operación de su red 4G para
gestionar la movilidad desde TIGO pero reasumiendo su control para
asegurar la unidad de propósito que no se ha conseguido con MILLICOM como socio
mayoritario. Esa alianza no se ha podido implementar porque no es la opción que
conviene al dueño mayoritario de la actual COLOMBIA MÓVIL S.A. E.S.P. (TIGO)
cuyo real interés es hacerse al negocio de UNE para lograr la presencia
integral que hoy no tiene en todos los segmentos de Telecomunicaciones.
Lamentablemente esa pretensión de MILLICOM está a punto de consumarse con el
acuerdo vinculante anunciado por EPM. En vez de desarrollar el acuerdo comercial vigente,
se reemplaza la obligatoriedad de su cumplimiento por la entrega irresponsable de
recursos públicos ahorrados durante más de sesenta años.
La sociedad con Millicom, innecesaria y leonina, no
es más que una venta disfrazada revista de eufemismos vergonzantes y adornos
verbales para hacerla presentable. Con la fusión, UNE tendrá presencia en los
mismos negocios en que hoy ya está (telefonía, Internet, TV, movilidad y demás)
solo que apenas será dueña de la mitad de lo que tenía, dado que habrá
entregado a MILLICOM la mitad restante de líneas de negocio de las cuales era
dueña en un 100%. Entre tanto, MILLICOM, que en Colombia solo tiene presencia
en movilidad, habrá ampliado su abanico de servicios, recibiendo la mitad de negocios
que no tenía.
El comunicado de EPM de julio
22 afirma que el Municipio va a recibir 1.3 billones de pesos de dividendos como
resultado de la integración UNE - TIGO. De la información conocida públicamente
, lo único que parece claro hasta ahora es que EPM recibirá de MILLICOM 150 millones de dólares (aproximadamente $
300.000 millones de pesos) por concepto de la prima de control. Tenemos serias
dudas que el billón de pesos restante sea dinero efectivamente aportado por
MILLICOM al municipio y no recursos que están en el balance de UNE en forma de
reservas y utilidades retenidas. De ser así, el resultado final neto sería la
venta, por 150 millones de dólares, del 50% mas el control de UNE. Una
vergüenza en vez de un disparate.
UNE no es propiedad del alcalde
de turno. La grave amenaza que se cierne
sobre recursos públicos sagrados exige la
inmediata intervención de los organismos de control y la masiva participación
ciudadana. Los responsables finales del
rumbo de UNE están en la obligación de consultar su futuro con sus verdaderos
dueños: aquellos a los que los concejales que dieron su visto bueno a la fusión
con nombre propio dieron la espalda.
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