En una de
las sesiones que se adelantaron en el Concejo, antes de la ya conocida y direccionada fusión,
varios ex-funcionarios, ya pensionados de UNE EPM Telecomunicaciones, hicieron muchas
intervenciones muy ubicadas y estructuradas. Trataban, los Doctores María
Isabel Vanegas Arias, Francisco Valderrama y Luis Fernando Múnera López, entre
otros, como buenos conocedores de nuestra empresa, de confirmar la verdadera situación
de Millicom. Que no es otra que la recientemente demostrada por la calificadora
Moodys Investors Service: pésima, al calificarla de Negativa.
Cuando
nuestros ex-directivos terminaron de exponer sus argumentos, en forma inmediata
el Presidente actual de nuestra compañía salió a descalificar las buenas
fundamentaciones diciendo que lo sostenido por nuestros compañeros eran cuentas
de servilleta y que él tenía no sabemos cuántos posgrados y magister,
adicionalmente a que dictaba cátedra en unas tantas universidades. Difícil
creer que el conocimiento de más de 30 años pueda ser desplazado por alguien
que lleva 18 meses devengando y defendiendo con ahínco los intereses de una multinacional, más no los
de quien le paga.
Por otro
lado, el ex-directivo de la Junta de Empresas Públicas de Medellín, Doctor
Carlos Guillermo Álvarez Higuita, quien tiene varias especializaciones, pero
que no ostenta, dada su inteligencia, ha logrado demostrar, con unas fórmulas
sencillas, la verdadera quiebra de Millicom, entidad que presenta una razón
corriente negativa, esto es: si se comparan los activos corrientes con los
pasivos corrientes, el resultado queda en favor de los proveedores. Lo que
significa, en palabras entendibles, que debe más dinero del que tiene, en este índice.
Claro que esto para los posgrados, magister y doctorados y otros títulos con que
algunos quieren deslumbrar, no tiene gran peso ni trascendencia porque poco
entienden, saben o interpretan del tema.
Siguiendo la
senda, en unos correos cruzados entre Samuel Augusto Cadavid Loaiza con la alta
dirección de la entidad, se nota inmediatamente la preocupación de nuestro
compañero por la sostenibilidad de nuestra empresa, al conocer la calificación
negativa de Millicom. Sin embargo el Presidente de la compañía, con algunos
errores ortográficos y semánticos, quizá de sindéresis, entendibles desde los
muchos títulos, le responde al funcionario que para interpretar estos temas
debe estudiar. No contando con que Samuel ha hecho unos análisis concienzudos,
profundos, actualizados y contextualizados de las Directivas 11 de 2009 y 18 de
2011, en donde se demarcan y orientan los lineamientos concisos y precisos de cara
a los riesgos a que no puede someterse a UNE EPM Telecomunicaciones respecto
del otorgamiento de avales y garantías a favor de los vinculados económicos a ella.
Lo que
argumenta Samuel Augusto, no es nada distinto a que no se pueden seguir
corriendo los riesgos innecesarios que se demuestran con la decisión
irresponsable de favorecer a Millicom. Multinacional que no ha terminado de
pagar a OLA, hoy TIGO, por su insolvencia financiera y por el proxenetismo de
quienes están jugando de su lado y no del de UNE EPM Telecomunicaciones, así
estén recibiendo jugosos sueldos públicos. La antítesis esbozada por el Doctor
Carlos Guillermo, aludiendo a George Orwell, está de moda: nos encontramos en
un mar de contradicciones en donde los que saben resultan relegados por quienes,
bajo ciertas condiciones de poder, devengan sin trabajar.
La situación
que estamos viendo en la compañía nos debe llevar a entender que la defensa por
lo público y lo social está en manos de los que hemos estado construyendo la
empresa en toda su historia, para los fines y propósitos de un estado
responsable. Mientras los que ostentan títulos y pergaminos se dedican a
pasarse por los cubículos para ver quien cumple o no con un horario, tratando
así de justificar decisiones faltas de criterio y alejadas de una lógica
administrativa seria. Las amenazas y
riesgos no importan por que pesan más los compromisos económicos asumidos, pues
Para
eso Estudiaron y obtuvieron los cartones académicos.
La realidad
no nos puede alejar de un nuevo aforismo que viene haciendo carrera hace rato: La
inteligencia argumenta y convence, mientras la mediocridad muestra sus cartones
y sus títulos respaldados en un poder.
JUNTA DIRECTIVA
UNIGEEP
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