VOZ DE ALERTA (espero que oportuna)
Por: Francisco L Valderrama A.
La “fusión
UNE MILLICOM” plantea el riesgo de que se quiera hacer efectivo un presunto saldo
insoluto de 5 millones de dólares, remanente de la venta de ORBITEL a EPM en el
año 2006.
Cobrar ese
presunto saldo por parte de los grupos privados vendedores sería desvergonzado
y pagarlo sería irresponsable. Se resiste uno a creer que tal actitud sea
posible.
Pero como
ciudadano, para precaver que tal sea el moño que corone el disparate que
significó tanto la compra de ORBITEL como la entrega del patrimonio público,
representado en UNE EPM TELECOMUNICACIONES, a una multinacional con sede en un
paraíso fiscal, a través de una empresita de bolsillo, radicada en España, me
permito demandar la atención tanto de los funcionarios involucrados como de los
organismos de control y de la ciudadanía en general, para que con su atenta
gestión y vigilancia eviten que tal posibilidad sea siquiera considerada
1-
Breves antecedentes (Tomados de
documento “El Libro triste de Orbitel” elaborado por el suscrito)
La valoración de ORBITEL fue
efectuada bajo la metodología de flujo
de caja descontado, teniendo como principal insumo un ambicioso plan de
negocios avalado por su cúpula directiva, entonces en cabeza de los señores
Alejandro Ceballos y Cristian Toro, presentado a la Junta Directiva de EPM el 5
de junio de 2006, con WIMAX como aspecto nuclear determinante del valor de la
empresa.
La parte de la compañía en manos de
los grupos Sarmiento Angulo y Santo Domingo fue valorada en 85 millones de
dólares. La banca de inversión fue INVERLINK, representada entonces por Bruce
Mac Máster, actual presidente de la ANDI
En la aceptación del negocio por
parte de EPM, lo que parece haber ocurrido es que se pagó lo pedido, sin mayor
discusión, lo cual no deja de ser exótico en el mundo de los negocios.
Simplemente a título informativo es
preciso anotar que un estudio realizado para la Contraloría de Medellín,
posterior a la compra de ORBITEL (contrato 21 de 12 de octubre de 2006), otra
firma de consultoría (Signals Consulting), valoró la parte privada de ORBITEL
en 33 millones de dólares.
La Junta Directiva de EPM aprobó el
proceso de compra del paquete accionario el 5 de junio de 2006 (Acta no. 1457).
Por los mismos días se firmó el contrato y se pagó a los vendedores.
El negocio fue aprobado por 85
millones de dólares, pagaderos 80 millones el día de suscripción del contrato y
la cifra restante, 5 millones, cuando se alcanzara el usuario número 50.000. La
minuta del contrato de compraventa la elaboraron los abogados de los vendedores
(la firma Prieto Carrizosa). Los abogados de EPM fueron excluidos del tema
cuando expresaron sus observaciones respecto a la minuta sometida a su
consideración. El Gerente General del momento, Dr. Juan Felipe Gaviria G.
finalmente acogió una redacción que hoy mantiene en suspenso lo relativo al
pago del saldo condicionado al usuario 50.000. Al acto de firma del contrato,
entrega de los títulos y pago del valor pactado no compareció ningún abogado de
EPM ni tampoco aparecen sus rúbricas en el texto firmado, como es usual en la
organización.
2-
Como se dijo atrás, el saldo de 5
millones de dólares sería exigible cuando se lograra una cifra de 50.000
usuarios facturando, la cual NUNCA SE CONSIGUIÓ, dado el fracaso estruendoso
del negocio WIMAX, que la fusión UNE MILLICOM sepultó en el olvido.
Este solo hecho tendría que extinguir
la obligación. Por tal hecho, el entonces presidente de UNE Dr. Horacio Velez, en decisión que se le
reconoce y valora, nunca canceló esa cifra.
No obstante, es posible que la
pérdida del control de UNE por parte de EPM, formalizada con la fusión aludida,
sea una de las hipótesis para el cumplimiento de la obligación.
En tal circunstancia, podría ser
posible que se quisiese hacer efectiva una deuda formalmente no resuelta pero
éticamente impagable. Los infaltables buitres que merodean alrededor de los
negocios públicos no tendrían empacho en hacerlo
3- Seguramente
en el acuerdo con MILLICOM existe un capítulo de contingencias a cargo de las
partes, sean por temas específicos y/o por cuantías, para cubrir posibles
cobros jurídicos de dineros asociados a WIMAX. Previsiblemente esta presunta
deuda de 5 millones de dólares, a la que habría que sumar los efectos de la
tasa de cambio y los intereses respectivos, ha de haber sido analizada y,
espera uno, descartada de plano como obligación real. No otra cosa podría
aceptarse.
El llamado es entonces a los
funcionarios de EPM para rechazar de plano ese posible cobro, en caso de
hacerse efectivo. A los organismos de control, tan pusilánimes, tan débiles, tan
complacientes con quienes toman las grandes decisiones y tan exigentes con
porteros y secretarias, a vigilar el tema. Puede ser que el monto no sea “lo
suficientemente pequeño para que intervengan” pero que al menos en este asunto
específico muestren alguna utilidad.
Francisco L Valderrama A.
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