UNA RESPUESTA MODESTA (*)
Por Francisco Luis Valderrama Aguilar
Algunas
apreciaciones respecto al artículo publicado en “El espectador” por el actual
ministro de Salud, Dr. Alejandro Gaviria, entonces ciudadano, el 15 de abril de
2012, titulado “UNA PROPUESTA MODESTA” http://www.elespectador.com/opinion/una-propuesta-modesta-columna-338310
Puede ser que las
ideas del documento traducido por el Señor Ministro sean un poco cínicas y
bárbaras pero la sostenibilidad fiscal del mundo lo demanda. ¡Lo primero es lo
primero! Cada cual es libre de taparse la nariz para leerlas. Para eso estamos
en un país democrático.
Si bien 100
personas en el mundo tienen la misma riqueza que 3500 millones de habitantes
del globo, sería irresponsable afirmar que esa nimiedad tuviera consecuencias
graves para su sostenibilidad fiscal.
De todas maneras
existen otras soluciones, tan bizarras como las planteadas por el “funcionario
de organismo multilateral” que perdió su brillante documento justo en el sitio
por donde transitaba el actual Ministro de salud
Para no tener que
repetir la frase entrecomillada, me referiré en adelante al olvidadizo como
señor “alter ego”. Es solo por facilidad
Dice “alter ego”
(resaltado con amarillo):
“El riesgo de
envejecimiento es la principal amenaza para la sostenibilidad fiscal del mundo…
La gente está viviendo tres años más que lo esperado, con consecuencias
fiscales desastrosas… Reconocer y mitigar este riesgo es un proceso que debe
ponerse en marcha ahora mismo. Las reformas tradicionales tardarán muchos años
en producir resultados”… El riesgo afecta la sostenibilidad de los sistemas de salud…Muchos
de los problemas presupuestales del primer mundo tienen que ver con la
intención de extender marginalmente la duración de la vida de personas enfermas
y mayores de edad”
Solución:
Un sistema de salud precario produciría resultados en poco tiempo y las
personas vivirían menos de lo esperado. También la eutanasia reduciría en forma
inmediata la fiscalmente indeseable vida de enfermos y ancianos. Se puede
rotular incluso como “eutanasia con alcance social” para que el mensaje llegue
con facilidad a la gente.
Dice
también “alter ego”
“Los países desarrollados deberían, mediante un proceso
participativo liderado por organizaciones científicas, determinar (y
probablemente incorporar en sus constituciones) el valor de un año de vida
adicional de, digamos, una persona de 70 años. Con base en este valor, los
beneficios y los costos de los medicamentos y procedimientos médicos pueden ser estimados. Si los beneficios son inferiores a
los costos, el uso de recursos públicos debería prohibirse. Por ejemplo,
medicamentos oncológicos muy costosos que, en promedio, apenas prolongan la
vida de los enfermos de cáncer por unos pocos años deberían excluirse de manera
definitiva”
¡PAUSA PARA
VOMITAR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Solución o
sugerencia: 70 años es demasiado. Podría evaluarse la relación costo beneficio
a partir de 60 años o menos. Las organizaciones científicas podrían establecer
procedimientos “expeditos” para aligerar semejante carga. Ha habido
experiencias al respecto: Una especie de centros de confinamiento, con letreros
de bienvenida y nombres tipo: “Centro de alivio fiscal Mengele”. Por supuesto
los medicamentos podrían diseñarse de tal manera que no tuviesen por finalidad
prolongar la vida de los enfermos. Las constituciones nacionales se podrían
titular “CUARTO REICH” y las ideas que las inspiran plasmarse en libros,
de obligatoria lectura, con llamativos nombres: “Mi Lucha” (es solo a guisa de
ejemplo). No habría necesidad de comprometer recursos públicos. No faltarían
filántropos que financiarían con
fervor humanista este tipo de soluciones, para
lo cual podrían contar con el organismo multilateral y su descuidado vocero,
cuyos nombres fueron omitidos por el articulista, mismos que humildemente
postulo para los premios Nobel de Paz y de Economía (¡el paquete completo que
carajo!) por su iluminada contribución en ambos frentes.
Otra afirmación de
“alter ego”
“Las personas de ochenta o más años
deberían vivir por su cuenta y riesgo. Resulta muy oneroso para el resto de la
sociedad asumir el costo de las distorsiones demográficas individuales. Varios
intelectuales públicos han señalado que las vidas cortas constituyen un
imperativo ético habida cuenta de los problemas económicos actuales”
Comentario: resulta
enternecedor llamar a los ancianos “distorsión demográfica individual”: ¡Qué
ideas han ignorado los poetas!
Solución: CUARTO
REICH podría incorporar un articulito que acorte la vida a una cifra más
modesta y ordene cosas del siguiente tenor: “Las personas mayores de 50 años
deberán morir voluntariamente, so pena de ser considerados remisos y, por
tanto, objeto de las soluciones esbozadas en los numerales anteriores” Pueden
establecerse excepciones por supuesto. Para eso están los parágrafos: “Se
exceptúan de la norma anterior todas las “distorsiones individuales” que
acrediten debidamente la “pureza fiscal”, cuya edad, para efectos de esta
norma, se congela a partir de su expedición” Y entrados en gastos, como el
tiempo tiene la fea costumbre de correr igual para todos, bien podría agregarse
un inciso que exceptúe también a los padres de los ministros. Se puede incluso
favorecer a los trabajadores que no cumplan los requisitos, estableciendo por
ejemplo una norma que facilite su jubilación: ¡80 años de servicio y cualquier
edad!
Están a la mano, ni más faltaba, igualmente efectivas como
guerras, bombardeos, plagas esparcidas en determinados ambientes, “limpiezas
demográficas” (otro aporte para los poetas) etc.
¡No se explica uno como no se han puesto en marcha salidas
tan simples y eficientes para la crisis fiscal!
Francisco Luis Valderrama Aguilar
PS: La respuesta es
un poco “tardía” dado que el suscrito hace parte del grupo de “Distorsiones
demográficas individuales” y los de tal condición, solemos ser de respuestas
lentas.
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