Buscar este blog

lunes, 4 de julio de 2016

HOY EXISTEN MÁS RAZONES PARA CONVOCAR UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE, QUE HACE 26 AÑOS

MOVIMIENTO CÍVICO
DE MEDELLÍN                       

Y EL ÁREA METROPOLITANA

 HOY EXISTEN  MÁS RAZONES PARA CONVOCAR UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE, QUE HACE 26 AÑOS



Por:
Gonzalo Álvarez Henao


Qué difícil resulta para los colombianos ponernos de acuerdo, y de manera mancomunada encontrar soluciones a los graves problemas que aquejan al país. Lo que hoy debería ser un propósito nacional, la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, con el fin de que se ocupe de los cambios estructurales que se requieren y para que expida una nueva constitución, pues la que tenemos es una verdadera colcha de retazos, por el número considerable de reformas que ha sufrido, no para mejorarla sino para frenar los avances positivos.

La gran dificultad es que cada sector interesado en convocarla enarbola sus  propuestas personalísimas y tiene sus propias conveniencias, como por ejemplo: el Uribismo se inventa cualquier pretexto para proponer la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente, pero su propósito no es buscar los cambios que necesita Colombia, sino para conseguir que su jefe pueda llegar de nuevo a la presidencia; los negociadores en la Habana de las Farc, ponen el énfasis en la  refrendación de  los acuerdos; y otros sectores justifican un llamado de este tipo, únicamente para reformar la justicias.

Hoy se ponen sobre el tapete de la discusión, algunos temas que guardan relación con los que motivaron la convocatoria de la constituyente del 91. Pero el argumento de fondo, el responsable de todos los males que aquejan a la nación colombiana, como lo es el régimen presidencialista, derivado de las excesivas funciones del Presidente de la República consagradas en los artículos 189, 296 y 350 de la Constitución Política, no está en la agenda de muchos de los promotores de la idea.

En este, que es el primero de varios artículos que pienso escribir sobre el tema, me ocuparé de algunos antecedentes históricos y políticos, y de las motivaciones que se tuvieron en la cuenta para convocar la Asamblea Nacional Constituyente, que dio origen a la Constitución de 1.991, pues con sobrada razón se ha dicho, que quien desconoce la historia está condenado a repetirla.

A finales de la década de los 80, Colombia fue estremecida por los magnicidios, de JAIME PARDO LEAL y de LUIS CARLOS GALAN SARMIENTO, que sumados a la corrupción y el desprestigio del congreso, originados en el clientelismo y los llamados auxilios parlamentarios, los intentos fracasados de adelantar unas reformas constitucionales, motivaron a algunos sectores políticos desde el campo de la izquierda a promover la idea de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente; pero fue finalmente un grupo de estudiantes de diversas universidades, los que en un principio lideraron la convocatoria, con la denominada séptima papeleta, para que Colombia fuera gobernada por la moral, la justicia integral sobre la base de los principios democráticos y el respeto a la dignidad humana, el progreso, la paz y la autodeterminación, y le propusieron al pueblo que se manifestara de acuerdo con los siguientes puntos:

1º  Eliminación de los auxilios parlamentarios.

2º La convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente  que se pronunciara  sobre las siguientes reformas a la Constitución.

a)    Reforma del Congreso.

b)    Reforma de régimen de los derechos civiles humanos y las garantías sociales.

c)    Reforma de la administración de justicia.

d)    Reglamentación de los estados de excepción (estado de sitio y emergencia  económica)  

e)    Reforma de los mecanismos de planificación de la economía.

f)     Ampliación de los mecanismos de descentralización administrativa, y

g)    Definición de los mecanismos de la reforma de la Constitución.

El lema que adoptaron fue: “Todavía podemos salvar a Colombia”. Esta iniciativa liderada por un amplio sector del estudiantado, sectores sociales y políticos,  fue tomada por asalto por el Presidente de República de esa época César Gaviria Trujillo, y con el concurso del Partido Liberal, del Partido Conservador, del Movimiento de Salvación Nacional y del M 19, a espaldas de los estudiantes y del pueblo, suscribieron un acuerdo político el 2 de agosto de 1990, para convocar una Asamblea Nacional Constituyente.

La situación hoy es mucho más grave que la que se vivió en los años 1988, 1989 y 1990, período en el cual se asesinó a cuatro  candidatos presidenciales. En estos momentos no estamos en presencia del asesinato de destacados dirigentes políticos, pero sí de más de cuatro millones de desplazados, de miles de desaparecidos, de un país convertido en un cementerio por la cantidad de fosas comunes existentes a lo largo y ancho del territorio nacional, asesinatos selectivos, masacres, secuestros, y la doble tributación que forzosamente tienen que pagar los ciudadanos: una al estado legalmente reconocido, y la otra al estado que funciona paralelamente y que cobra el tributo conocido como las vacunas.

El paramilitarismo tenía una fuerte presencia en la zona rural, hoy controla, en buena medida, las grandes ciudades del país. Este hecho sumado a la crisis institucional, puesto que ninguna de las ramas del poder público goza de la confianza de los ciudadanos por el grado de desprestigio alcanzado, con la polarización del país y el alto grado de corrupción, son las razones que justifican la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente. 

Para publicar o ver comentarios haga clic en “comentarios” en la parte inferior de éste artículo

No hay comentarios: