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martes, 22 de agosto de 2017

Tres años de infamia


El día viernes inmediatamente pasado, el Señor Marcelo Cataldo Franco, como siempre, en una manera cínica y tediosa, salió a jactarse del tercer cumpleaños de la estafa Tigoune. Para una persona sin ningún escrúpulo, como este individuo, no es suficiente la cantidad de muertes laborales que se han causado y el fraude descomunal al erario de los antioqueños. Claro, contando con la complicidad de los sectores deshonestos de la región.

Ahora resulta que ya no se celebra el aniversario de UNE EPM Telecomunicaciones S.A. en conexidad con los 62 años desde EPM o los 11 años desde la escisión. Ya la fecha de conmemoración no es el 1° de julio y mucho menos el 6 de agosto, sino el momento en el que se la empezaron a robar oficial y literalmente. La deshonestidad es latente y palpable y no admite equivoco de nuestra parte, al señalar y recalcar en el ilícito denunciado ampliamente.

Han convertido más de 62 años de historia en un bien indebido de solo 3 años.  Algo así como “El extraño caso de Benjamín Button”: un hombre que nace con el cuerpo de una persona de 80 años y que con el transcurso del tiempo va rejuveneciendo hasta morir con la figura de un bebé, pero con los desgastes y achaques de la vejez. Según esto, a estos miserables Millicones se les debe preguntar entonces: ¿Cuánto de vida le queda a UNE EPM Telecomunicaciones S.A. y sus filiales? Dado que las visitas recibidas y las conversaciones conocidas no permiten una inquietud distinta.

Pero mirémoslo de otra manera: en un caso más cercano a la realidad, UNE EPM Telecomunicaciones S.A. con 11 años, ETP con 19 años y Edatel con 21 años, nacieron con un patrimonio robusto que sus respectivas matrices maduraron y construyeron por más de 62 años, pero por circunstancias de la corrupción innegable, padecen la enfermedad llamada progeria, pues por obra y gracia del saqueo constante hacia cuentas en Luxemburgo y otros paraísos fiscales, ahora tienen la apariencia de patrimonios de sólo 3 años pero que están desgastando a pasos agigantados. Lógicamente que, por fortuna, ya se tienen indicios de quienes y cómo han sacado los rubros de nuestro país.

Lo delicado no es sólo que se esté borrando la historia, sino que se vaya desapareciendo nuestro patrimonio, con el cuentico de que somos segundos, en una competencia obvia de dos operadores, con distancias ostensibles. Lógicamente que existen unas contradicciones graves, porque mientras Vox populi dicen que están bien, en otros estrados vienen mintiendo, con documentos y argumentos sumamente comprometedores. El Señor Marcelo Cataldo Franco, recibió una buena instrucción de su titiritero, el investigado Esteban Cristian Iriarte, quien debe estar muy contento porque su país quedó de segundo en la guerra de Las Malvinas, independientemente de las canalladas inglesas conocidas. Los Tres años de infamia en manos de los sórdidos Millicones y sus cómplices, para UNIGEEP y todos los que no hacemos parte del comité de aplausos y de degradaciones, no pasarán en silenciosa impunidad.


“Las grandes riquezas se amasan con infamias; las pequeñas, con suciedades”
Henry Becque

JUNTA DIRECTIVA
UNIGEEP


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