BOLETÍN DE PRENSA
El jefe de
los corruptos sale ahora a pedir castigo ejemplar para todos los que estén
comprometidos con la corrupción
Santos abrazado con el Ñoño Elías
Es
justificada la preocupación que existe en muchos colombianos, por los
escándalos de corrupción destapados en los últimos días
Todos los
ojos y el dedo acusador de los colombianos apuntan a los jueces y no al
Presidente Juan Manuel Santos Calderón, quien fuera elegido con dineros de las
mafias de la contratación y los votos de muchos congresistas procesados por
actos de corrupción. Un mandatario elegido de forma tan obscura, no tiene
ninguna autoridad para pedir investigaciones. Por la investidura de los
salpicados por estos vergonzosos hechos, muchas personas preguntan por las causas que nos han llevado
a esta podredumbre tan generalizada y tan descomunal.
En este breve
escrito, trataremos de dar respuesta a estas inquietudes. Empecemos por decir,
que la corrupción es tan vieja como la humanidad misma, y de ella podemos
hablar desde la trama que dio origen a la expresión del plato de lentejas. En
nuestro país a partir de la década de los 80, el fenómeno de la corrupción
empezó su creciente sentido en espiral. En nuestra modesta opinión, son cuatro
las causas, y vamos a intentar explicarlas, porque no están siendo tenidas en
la cuenta por los denominados analistas y los grandes medios de comunicación:
El primer
elemento que queremos señalar, como causa fundamental del crecimiento
exponencial de la corrupción, es la inoperancia de las instituciones, el
clientelismo, la mediocridad de muchos de los funcionarios, la tramitología y
la congestión judicial.
El segundo
elemento a considerar, es la peligrosa mezcla entre narcotráfico y política.
Pablo Escobar les mostró y les abrió el camino a las nuevas generaciones, no de
políticos, sino de ambiciosos personajes ávidos de dinero y de poder. Pablo
Escobar le enseñó a estas personas, que
para ser elegidos en un cargo público, no se necesitaban méritos ni reconocimientos,
sino dinero. De ahí que él mismo haya sido representante a la cámara.
El tercer elemento
de análisis, tiene que ver con la desindustrialización del país. Hoy no tenemos
a esos emprendedores empresarios dedicados a crear empresas, fuentes de empleo
y de desarrollo para el país, sino a unos mercaderes importadores de mercancías
baratas y contrabandistas con vínculos con el narcotráfico. Los anteriores empresarios,
no se sentían motivados a ocupar cargos en el gobierno. Pero los de hoy, se han
abalanzado no solo a ocupar cargos públicos, sino a apoderarse de los dineros
del estado. Esta es la razón por la cual aparecen tantas personas del sector
privado, comprometidas en los hechos de corrupción.
El cuarto
elemento a tener en la cuenta, es el fenómeno del paramilitarismo. El
paramilitarismo de hoy, no es el mismo de los años 80 o 90, que tenía como
objetivo central la contra insurgencia, hoy es un emporio económico, al punto
que se puede afirmar que en Medellín,
los narcotraficantes y los paramilitares, son el mayor empleador. La fortaleza
económica y militar, les permite una presencia política muy destacada y un
poder corruptor desproporcionado y descomunal.
Narcotraficantes,
paramilitares y corruptos, son los que han venido controlando el poder en los
últimos tiempos, y ¿Cómo lo hacen?: en primer lugar definen el candidato que
van a apoyar para la presidencia, gobernación o alcaldía; se aseguran de contar
con una mayoría en el congreso, la asamblea o el concejo; y consiguen el
control de la fiscalía, la procuraduría y la contraloría, y sus voceros en las
altas cortes; Pretel, Bustos y Ricaurte, son la confirmación de este accionar.
Este trinomio
que se ha adueñado del poder, no tiene como propósito apoyar candidatos
aislados, sino que arman un paquete.
Tomemos por ejemplo una alcaldía: consiguen que candidatos sin el suficiente
musculo político, salgan elegidos, con un grupo importantes de concejales que
lo respalden, que nombren contralores y personeros con alguna miopía consentida
o consciente, para que no vean o tapen descaradamente la corrupción.
El caso de
Leónidas Bustos y sus secuaces, no se ha dimensionado suficientemente. Este
personaje armó un paquete para la Fiscalía General de la Nación, y logró
imponerlo. Él fue el padrino de Néstor Humberto Martínez y Luis Gustavo Moreno
Rivera, y otros que están por ahí agazapados. El Fiscal General de la Nación,
debe renunciar porque su nombramiento, tiene un defecto de origen.
De los Trabajadores y de la
Comunidad en General
GONZALO ÁLVAREZ HENAO JESÚS MARÍA LÓPEZ VELÁSQUEZ
Presidente Presidente
Movimiento Cívico de Medellín UNIGEEP
Movimiento Cívico de Medellín UNIGEEP
Y El Área Metropolitana Unión Sindical Grupo Empresarial EPM
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