Después de los compromisos adquiridos
por la administración de Las Empresas Públicas de Medellín, en la Dirección
Territorial del Ministerio de Trabajo, para entrar a negociar el Pliego de
Peticiones que presentara UNIGEEP, recibimos la sorpresa de que no existe
voluntad alguna para iniciar las conversaciones que dieran fin al conflicto
desatado. Las contundentes respuestas de cinco representantes, que nombrara el
Señor Gerente General, así lo confirmaron cuando de una vez nos informaron que
se dirigirían a las instancias del caso para dar por finalizada cualquier
pretensión nuestra con relación al petitorio mencionado.
Las exposiciones que hicieran los
negociadores y asesores de UNIGEEP, se
vieron atravesadas de inmediato por las contestaciones negativas de la
administración al aseverar que se acogerían a las garantías de ley y que nada
de lo pretendido de nuestra parte seria concedido. El formato sacado a relucir
para negociar por EPM, es el mismo que ha mostrado con nuestra organización en
nuestros ocho años de existencia: nada de nada. Lo más insensato y descarado es
que cuando se les preguntó por qué la misma farsa y de si tenían voluntad
negociadora: desfachatadamente pidieron respeto.
Ahora somos los trabajadores los que
tenemos que salir a respetar a quienes han convertido la otrora mejor empresa
de servicios esenciales de Latinoamérica, en un campo minado por la burocracia
y por la pusilanimidad e incapacidad de personas que no tienen la más mínima
desvergüenza para exigir y pedir lo que no tienen ni muestran. No faltaba más
que quienes hemos defendido la sostenibilidad y viabilidad de nuestra casa
matriz, con esfuerzo, experiencia, argumentos y documentos tengamos que
agacharle la cabeza a quienes no saben nada de lo que es la alteridad. Lo único
que se pudo detectar en la mesa es la comedia calculada de los que piensan que
sus altos e injustos salarios les dan la autoridad para exigir pleitesías, cual
estatuas de inútiles próceres inventados de parque.
Quisiéramos que la postura mostrada
por la administración en la mesa de negociaciones con UNIGEEP, con su partitura
postiza e intransigente hubiera sido la misma con lo de Hidroituango, con EPM
Sin Fronteras, con Antofagasta, con Aguas de México, con la Inmobiliaria de
Panamá, con las campañas políticas en el interior de la entidad, con los
nombramientos indebidos en el grupo empresarial, con la estafa de Millicom, con
las inversiones en paraísos fiscales, con los asesores que están ganando más de
20 millones de pesos por hacer nada, con las consultas que contratan para
después desechar, con las compras ficticias, con los correos cruzados para
cuadrar y componer convocatorias, en fin, con toda la cantidad de hechos
ilícitos existentes en el interior de EPM. ¡En verdad, como nos hubiera
complacido!
A la administración de EPM y a quienes
delegue, les informamos que no vamos a renunciar a nuestro derecho a negociar y
a pretender mejores beneficios para los trabajadores; y que por nada del mundo
dejaremos que todo lo que viene pasando de la mano de la corrupción, termine de
permear lo que queda de la antigua estructura ejemplar que muchos conocimos. Asimismo
les queremos dejar claro que la instrucción que se han compartido todos contra
UNIGEEP, ya la tenemos detectada y la seguiremos combatiendo con todas nuestras
fuerzas. Adicionalmente a que les comunicamos que cuando tengan la entereza,
honestidad, honradez y abnegación de nuestros dirigentes, podrán decir algo, de
lo contrario ni abran la boca. Nuestro título: También sin Instalación de Mesa Negociadora en Las Empresas Públicas de
Medellín, por falta de garantías, es otra prueba de que George Orwell se
quedó corto en sus apreciaciones.
“Nada
cambiaría mientras el poder siguiera en manos de una minoría privilegiada”
George Orwell
JUNTA DIRECTIVA
UNIGEEP
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