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miércoles, 23 de septiembre de 2020

Tras de ladrón bufón




Tras de ladrón bufón

El viernes inmediatamente pasado fuimos testigos de uno de los momentos más cumbres de las pruebas contra un inepto que después de haber dicho que los beneficios de los trabajadores no son algo importante, ante la arremetida de unos compañeros decididos y bien ubicados, no tuvo otro camino que escoger los insultos y las ofensas para atacar a los que le demostraron con argumentos que es un sucio bandido estafador que solo cuenta con el apoyo de la podredumbre politiquera regional y su bien remunerado comité de aplausos. No le importó como buen arrabalero que es, utilizar términos gansteriles en espacios familiares de nuestros hogares, en donde estaban nuestros niños.

Sea este el momento pues de felicitar y de enaltecer a los compañeros que lograron demostrarle al truhan de facto Malevo Mataldo Manco, impuesto por la raponera Millicom, que ya nadie se le come el cuento de las estadísticas prefabricadas y multimaquilladas que presenta en sus show mediáticos de confusión y de envilecimiento eterno. Habrá siempre quienes, por conveniencia y lamboneria, le crean su discurso y hasta le digan que ya es colombiano por usar sus vulgares términos; existirán otros que obligados por sus arrodillados jefes tengan que asistir a estos espectáculos tan bochornosos donde hasta un “Viva México Cabrones”, agrediéndonos a todos, se escuchó, corrompiendo los oídos infantiles presentes en sus casas; pero igual apareceremos los que nunca vamos a dejar solos a nuestros trabajadores con los señalamientos del caso.

Los compañeros que pusieron en su sitio al mediocre y enclenque presidente de facto, sí tienen bien puesta la camiseta roja y ocre de nuestras empresas, y no el  pedazo de tela que obligan a colocarse unos estafadores que piensan que nuestra región está poblada por personas que no poseen dignidad alguna, y por eso se rodea de directivos extranjeros que le ayuden a realizar sus malévolos planes.

Los trabajadores que se salieron del contexto azul de los bribones de talla internacional, lograron ubicar en su sitio de deshonra al embustero que ya ve sus incapacidades administrativas confirmadas por las cifras que no mienten y que corroboran que nuestras denuncias son profundamente ciertas, así pretenda tapar con indicadores amañados la gran cantidad de quejas publicadas por todas las redes sociales y hasta en noticieros. 

Por eso el cuestionamiento del trabajador que le dice que con mostrar indicadores alejados de la realidad  no está solucionando el problema de atención a los clientes, sacó a Malevo de sus cabales, aunque justificó su enojo en que la pregunta la hacía un supuesto anónimo. Qué manera de desviar la atención hacia algo que no tiene la relevancia que sí tienen los pésimos resultados de su administración. Sobre esto le preguntamos señor Mataldo, ¿para qué quiere saber el nombre de quien hizo la pregunta?, si ya tenemos el antecedente de lo que alguna vez expresó su antecesor en uno de los shows: lástima no saber quién dijo eso, porque no quiero que esa persona siga trabajando en la empresa. Esto es un indicio de que su cólera por no conocer el nombre, no es más que la impotencia por no poder tomar represalias. 

Al verse contra las cuerdas y sin un argumento que lo pudiera salvar de la arremetida brutal de quienes evidenciaron la catastrófica administración que fuera capaz de repartirse dividendos en plena pandemia, para robar y trasladar nuestros recursos a Luxemburgo, sin arrojar un céntimo de aportes a Medellín, el farsante Malevo Mataldo Manco hubo de recurrir a los insultos, con palabras de grueso calibre e impronunciables para tratar de evadir la encrucijada terrible en que quedara. 

Ante semejantes ultrajes otro supuesto anónimo, de manera cortés  le pidió que controlara su lenguaje, que recordara que estaba hablando a 2.000 trabajadores que merecían respeto.  A lo que de manera cínica y desobligante respondió que no le estaba faltando al respeto a nadie. Con todo y lo demás, nos preguntamos, ¿si esto es en público, como será el comportamiento de la aludida crápula en privado? ¿En dónde quedaron los códigos de respeto que les imponen a los trabajadores? ¿Carlos Santiago Ospina Vanegas, que es tan ávido para los procesos disciplinarios y ahora es el autoproclamado adalid del respeto, ya le escribió a Mataldo censurando su desencajada e irrespetuosa respuesta? 

Luego de ver en peligro todos esos inmerecidos bonos que se auto-adjudica con los acomodados indicadores, al señor Mataldo se le olvidó cuidar su maquillaje y mostró su verdadera cara, y eso que se han gastado muchos millones para “pulirlo” como líder. Sobra decir que se perdió  toda esa plata gastada en tratar de que este señor llegue a ser persona. 

Las pegatinas  diciendo que eso es lo que le responde este señor a los empleados que se preocupan por el servicio a todos nuestros clientes, no se hicieron esperar, porque en manera unánime se observaron un sinfín de pronunciamientos, con estos adhesivos, apoyando a los valientes compañeros que intervinieron con sus verdaderas cifras y reales argumentos. Al Tras de ladrón bufón le quedaron grandes nuestras empresas, siendo un desastre su administración, incluso para sus mismos cómplices. Como todos sabemos  a Malevo Mataldo Manco lo que más le importa y le duele en la vida es su imagen, pero con su vulgar intervención se le cayó el maquillaje, porque el cobarde, sin lugar a dudas, continúa siendo él. 

“El idiota grita, el inteligente opina, y el sabio calla”

 Anónimo

NOTA: Tenemos conocimiento de que en estos conversatorios, los trabajadores sí publican sus nombres en las preguntas, sin embargo pasan como anónimos.  Otra cosa es que el señor Mataldo no esté preparado para que lo cuestionen en directo.


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