Imágenes
que invitan a una profunda reflexión sobre la prensa miserable colombiana
En noviembre de 1985 todo el
emporio de la prensa criminal colombiana, puso la imagen de la Santa Niña
Omaira Sánchez Garzón, a girar por todo los medios para tapar el asesinato
cometido por el entonces Ministro de Minas Iván Duque Escobar contra 30.000
hermanos de Armero. Su único fin fue el de entretener a todo el país, para que
no cayera en la cuenta del genocidio en perjuicio de todo un pueblo, utilizando
como pretexto morboso, la imagen de una infante sacra sobre la cual la
acomodada iglesia no ha propuesto absolutamente nada, como sí por otros
homicidas.
Hoy esa misma prensa delincuente,
al contrario de lo hecho con la Santa Niña Omaira Sánchez Garzón, está tratando
de no mostrar imágenes como las de la
mujer de la exhibida, todo tratando de encubrir los crimines del hijo del
Ministro de Minas de 1985, el Presidente Iván Duque Márquez. La madre con su
retoño en brazos, busca que todo el país sepa que las marchas inmensas, con su
tricolor colombiano, son la respuesta a las atrocidades que se están
cometiendo, exagerando el estado de pandemia causado por el Covid 19, como
justificación de todas las infamias.
Los medios del poder
“pedorrístico” nunca revelarán que en Cali, capital de la consciencia de clase
en Colombia, nuestros hermanos sindicalistas liderados por nuestro combativo y
valiente líder Carlos Alberto Gutiérrez Victoria, están saliendo a apoyar las
marchas multitudinarias que los muchachos despiertos y ansiosos de paz y de
justicia social, están sacando adelante, en contravía de los intereses de los
entreguistas que nos quieren hacer creer que los triunfos logrados se pueden
encapuchar con eufemismos impuestos con frases como vandalismo. La devastación
de más de 200 años que han causado los políticos en la tragedia nacional, no se
la pueden endilgar a los que decididamente la van a enterrar de una vez por
todas.
El amarillismo de los diarios
morbosos, en pleno declive, dejará por fuera las manifiestas expresiones de los
jóvenes que desde Medellín, han salido a solidarizarse con sus hermanos de Cali
y de toda Colombia, con una consciencia que envidiarían los que votan por los
que impongan los genocidas confesos, pero absueltos por la justicia jurídica
en manos de su cómplices, porque les
interesa “legitimar” sus políticas de exterminio, y qué mejor caldo de cultivo
que imponer el racismo y clasismo como política de estado para enfrentar a los
pueblos mientras ellos siguen robando a sus anchas. Estas Imágenes
que invitan a una profunda reflexión sobre la prensa miserable colombiana, buscan
crear más consciencia sobre la manera como se debe interpretar cada silaba
escrita por los enemigos de los pueblos.
Al cierre de nuestro concejo de
redacción, el panorama es muy sombrío y con todos los elementos para un
recrudecimiento de las acciones represivas del estado, porque el poder
ejecutivo está acéfalo y pasamos de ser un Estado Social de Derecho a un triste
estado fallido.
“Es
un periodismo dañino y de baja calidad el que se hace desde las trincheras de
algún partido o candidato, sin conciencia profesional”
Javier Darío Restrepo
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