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domingo, 11 de diciembre de 2011

Lo que faltaba

Lo que faltaba

Después de ocho sesiones de arduas y agotadoras conversaciones con Empresas Públicas de Medellín, no ha sido posible llegar a un acuerdo respecto de nuestro Pliego de Peticiones presentado a la entidad. En un álgido debate con argumentos de una parte y de la otra, los negociadores de la administración decidieron cerrar el espacio de acercamientos, demostrando el nivel impositivo de su poder frente a las razones válidas de nuestros representantes, quienes no van a ceder un solo céntimo de los derechos de los trabajadores.
Desde el inicio de las conversaciones, retrotrayendo, inclusive, el mes de abril, como UNIGEEP, hemos mostrado la disposición y disponibilidad para llegar a acuerdos que faciliten una Convención Colectiva que independice políticamente nuestra Unión Sindical. Así como lo publicamos en nuestro informe del 15 de noviembre, los representantes de la administración se comprometieron a respetar la ley sin necesidad de plasmarlo en un documento, tal como se hace en un pacto entre caballeros, ahora sabemos el porqué no les gusto nuestro comunicado, claro, si no están ubicados en el respeto de la constitución y la ley, mucho menos iban a respetar lo que para ellos es una expresión romántica y pasada de moda.

Los negociadores de Empresas Públicas, que insisten en asegurar que la empresa jamás ha violentado las normas, han adoptado un método muy perjudicial para los intereses de los trabajadores, pues todos los días llegan con el cuentico, bastante trillado, que tal o cual punto no es de buen recibo para la administración. Actitud bastante peligrosa, ya que de acogernos a sus propuestas tendríamos que dejar todo nuestro Pliego de Peticiones sin negociar, y ellos muy campantes obstaculizando todas las posibles soluciones. Aunque para todos nosotros nuestro petitorio es bastante entendible, para estos señores la temática dizque es muy confusa, suponemos que debe ser porque se trata de algo que beneficia a un cumulo de trabajadores.

Es claro, entonces, que para la administración el respeto de la constitución y la ley son expresiones que utilizan para desviar sus intenciones profundas de quitarnos derechos. Así lo confirma la propuesta indecente de ofrecernos unos reconocimientos que están por debajo de lo que convencionalmente nos ampara y cobija hoy. La respuesta de nuestros representantes no se hizo esperar, en la sesión del seis de diciembre entregaron una contrapropuesta que reúne las aspiraciones de nuestros afiliados, a la cual le salieron al paso los negociadores de la empresa expresando poco entendimiento de la misma y pidiendo más explicaciones sobre hechos y bases que ya se han disertado y aclarado más que sufrientemente.

Interpretando la ignorancia supina de la administración, pero con la intención de seguir avanzando, nuestros negociadores volvieron, con mucha paciencia, a dar todas las explicaciones del caso y a que hubiere lugar. Lamentablemente el deseo de la administración es cumplir con reuniones de trámite, solo para demostrar un marco legal que no respeta, así sus componentes sean graduados en derecho, a los cuales se les suele escuchar unos discursos que no tienen asidero con la realidad y que son tan de cajón que los sabemos de memoria.

El nivel financiero y jurídico de nuestros representantes, no ha podido ser deslegitimado por los negociadores de la administración, quienes no han tenido una salida distinta al cierre de las conversaciones de manera unilateral, sin dejar alternativas o aperturas de diálogos. Con esto lo que podemos vislumbrar es la dañina intención de frenar la sana participación de UNIGEEP en el concierto sindical del país. Parece ser que nuestra filosofía no es de buen recibo para los que quieren sugerir cambios hacia los demás, pero no para sí mismos.

Nuestros negociadores y representantes tienen bien claro que su tarea es la de lograr unas condiciones dignas para nuestros afiliados, con una Convención Colectiva propia, así las situaciones se vean enredadas y empañadas por los agentes retardatarios de la empresa bajo el espectro de interdicción social que los arropa y distingue. Las actuaciones que han mostrado, desde el mes abril, ya tipifican un irrefutable detrimento patrimonial, que tendrán que ratificar los estamentos de control del estado colombiano.

Afiliados a UNIGEEP y demás trabajadores, “Lo que faltaba”, ahora no solo es suficiente con que nos tengamos que conformar con lo poco que nos ofrecen y reconocen, sino que nos supeditemos a recibir por debajo de lo que ya hemos conseguido. Esperamos que la próxima alcaldía haga los cambios necesarios para bien del Recurso Humano de Empresas Públicas de Medellín. Para la solución de nuestro Pliego de Peticiones agotaremos los espacios políticos y en derecho, a que haya que llegar. ¿Cuándo pasará la horrible noche, análoga con la situación de malestar que han sufrido los trabajadores en ocho años de pésima administración?


JUNTA DIRECTIVA
UNIGEEP

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