Peligrosa Reglamentación

Peligrosa Reglamentación

Con una mezcla de todo, se pretende presentar ante los trabajadores una reglamentación que en el fondo busca lesionar derechos fundamentales. Escondidos, entre una cantidad de contradicciones, se hallan todos los aparatos que atentan contra el buen desempeño de los empleados que han tenido un compromiso pleno por nuestra empresa; pero, eso sí, a los que han tenido que ver con la debacle actual, nada de nada. Para éstos últimos toda la impunidad a la que hubiere lugar.

La reglamentación que se implementará en nuestra empresa, a partir del 24 de octubre de 2012, habla, entre muchas cosas, de horarios múltiples hasta extendidos y deslizantes, de formas de comportamiento dentro y fuera de la entidad, del seguimiento sesgado a reuniones y grupos, de la manera de adelantar acciones para el cuidado de los activos, de la seguridad de los conocimientos y del cuidado los adelantos que se han obtenido para el giro normal de la entidad, se hace toda una disertación del acoso laboral, para terminar con una exposición muy tendenciosa hacia el teletrabajo, en forma muy general, con un único objetivo, hacerle el esguince a la condición con que están revestidas nuestras actuaciones, la función pública.

Delicadísima la prohibición de pasar información a terceros, en el actual reglamento, bajo el supuesto falso de violentar la seguridad estratégica de la empresa, porque con ello se está desconociendo la obligatoriedad que tienen los órganos de control sobre el acceso a las quejas por corrupción y detrimento patrimonial evidentes. Adicionalmente, se trata de ocultar y desviar el derecho que tenemos los funcionarios públicos de denunciar, según el artículo 67 del Código de Procedimiento Penal. En términos bien claros, queda al descubierto la ignorancia con que están operando ciertos directivos, sobre la función pública. A no ser que su intención sea una exclusión supina de la ley. Lo que haría más grave cualquier actuación.

La Vicepresidencia de Talento Humano y Administrativa, había advertido que la salida de la anterior jefe de procesos disciplinarios buscaba ajustar la empresa a las necesidades requeridas, claro que esto es cierto, si tenemos en cuenta que se trata de hacer caso omiso a la ley 734 y que lo nuevo reglamentado termine en dos o tres días con la vinculación de un trabajador a la empresa. Se quiere, de facto, acabar con gran parte de la masa laboral existente, al menos eso es lo que se nota. De lo contrario no se entendería tantas explicaciones para esconder un propósito específico, violaciones sistemáticas y progresivas a derechos fundamentales y convencionales.

Es muy peligroso que mediante una reglamentación se quiera legitimar jornadas extenuantes, se busque discriminar entre unos trabajadores y otros con horarios diurnos y nocturnos, se trate de consolidar y legalizar el pago contrario al periódico que tenemos, se persiga el derecho de asociación y la libertad sindical, se vulnere la intimidad laboral de las personas, se violente y ataque la misma tecnología que debemos propiciar, se potencie un tipo de trabajo que despersonaliza el contacto diario y genera individualismos enfermizos, entre otros. En lo atinente al acoso laboral, si somos prácticos, la misma reglamentación es la manera más expedita de presionar y perseguir al empleado, luego entonces se lo tendrían que aplicar quienes la elaboraron.

Es inconcebible que la empresa esté gastando tanto dinero en la implementación de medidas que en vez de mejorar la situación laboral actual, lo que consiguen es empeorar lo ya crítico. Los descomunales salarios que se invierten en personas ignorantes de lo público se podrían reorientar a la consecución de unas condiciones distintas, pero benéficas para los que tengan un compromiso más tangible con la entidad. Es un hecho que las políticas que se están desarrollando no tienen un contenido diferente al de imponer un régimen privado a las actuaciones de la función pública, pero las determinaciones de control político, disciplinario, fiscal y penal prevalecerán muy a pesar de sus enemigos internos; y la ley 734 no perderá la vigencia para la cual se estableció. UNIGEEP así expresa un enérgico rechazo más, en el camino de denunciar esta Peligrosa Reglamentación la cual contiene las objeciones del caso.

  

Junta Directiva

UNIGEEP