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martes, 11 de diciembre de 2012

Síndrome de Adán

Síndrome de Adán

Una de las historias mas tristes que la humanidad conozca es la de Adán, pues este pobre hombre llegó a mundo donde todo estaba hecho, y para acabar de ajustar pensó que nada podía existir si a él no le era familiar. En pocas palabras, creyó que el universo había nacido con su llegada al paraíso. De ahí que cuando fue desterrado, por sus pecados, haya sufrido lo indecible, debido a que fue enviado, como castigo, a una parte que le era totalmente distinta y extraña.

El mismo mal que lesionó a nuestro progenitor, según la religión católica, es el que afecta, ostensiblemente, a las administraciones que pasan hoy por nuestras entidades. En su camino corto y transitorio están creyendo que nuestros patrimonios públicos han nacido con personas que apenas llegan, y se olvidan que nuestras empresas tienen una historia de más de 59 años. Los muertos que hicieron posible nuestra tradición y existencia parecen valer poco, y sus aportes científicos, técnicos, tecnológicos, administrativos e ingenieriles parecieran no tener valor. Hasta la parte socio-política de que veníamos convencidos quieren esfumarla.

Nada más cercano a la realidad que estamos exponiendo, que lo que viene sucediendo con todos nuestros compañeros pensionados y con las buenas y sanas costumbres que hemos traído y practicado, durante décadas. Las últimas actuaciones contra quienes hicieron viable nuestra empresa, pareciera esconder un odio por todo lo que tenga que ver con el sentido de pertenencia y defensa del erario. No se puede entender de otra manera. Así la legalidad sea utilizada como pretexto para poder proceder, dañosamente, en el sentido contrario a lo que querían aquellos trabajadores que sólo pedían quedarse hasta cumplir la edad de retiro forzoso.

Las buenas y sanas costumbres se están viendo lesionadas por indecisiones, entre muchas otras, como la de prohibir momentáneamente, para luego permitir las fiestas que congregan a los trabajadores, en sus distintos despachos, en el mes de diciembre. La euforia y alegría a que conllevan unas reuniones fraternales se hubieran visto afectadas, muy negativamente, de haber prevalecido la disposición perentoria de frenar el asocio solidario de los que producen las grandes utilidades de Empresas Públicas de Medellín. Los etílicos amistosos que generan los abrazos más tiernos desde la concepción obrera, se habrían opacado de haber persistido  una orden emanada por el Gerente General de la entidad.

Ni hablar de lo que se viene gestando con la cantidad de procesos disciplinarios existentes en Empresas Públicas de Medellín, pues a través de éste aparato represivo se quiere apagar cualquier voz que disienta de la administración y de la perversidad de algunos jefes. La forma indiscriminada con que se abren ciertas indagaciones en contra de los trabajadores, la verdad, deja mucho que desear. Prueba de ello es la manera infame como se trató de lesionar la integridad de nuestro Directivo Marlon Alberto Zea Galeano, a quien se le hicieron acusaciones infundadas, y producto de ello su investigación fue cerrada y archivada.

Dado todo lo anterior, y con ocasión del Direccionamiento Estratégico del Grupo Empresarial, hacia el año 2022, son muchas las dudas que nos quedan, pues si no es con el Talento Humano existente, ¿Con quiénes se pretenden cumplir metas, objetivos, expectativas y proyecciones? Sí de lo que se trata es de incentivar la fuente generadora de bienestar hacia afuera, las dinámicas que se están aplicando son las peores conocidas, pues el primero en estimularse debiera ser el personal interno. Las políticas desarrolladas en este sentido lo único que conseguirán es aumentar el mal ambiente laboral y borrar todo rastro de buenas practicas de la mano del Síndrome de Adán.

Junta Directiva
UNIGEEP

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