Síndrome del Villancico
Cuando
todo mundo disfruta de la temporada navideña y cuando el Concejo de Medellín ha
cerrado sus sesiones, las noticias que la administración tenía para dar a
conocer fluyen como si no existiéramos quienes estamos atentos a los anuncios
de los desmedros a que someten ciertos personajes a nuestro erario.
Las
vacas, burros, ovejas, bueyes y demás animales que adornan el pesebre, no podrán
estar pendientes del acompañamiento de la virgen María, San José y el Niño
Jesús, pues tendrán que soportar en sus lomos el duro peso de una engañifa que
deja a nuestro municipio sin unos recursos que podrían haber subsanado grandes
problemas como el de la salud y la educación. En Antioquia la más educada,
según el autor material e intelectual de la suerte actual de UNE EPM
Telecomunicaciones, la capacidad catedrática sólo sirve para que sus compinches
desfalquen y socaven las entidades públicas con salarios inmerecidos,
contrataciones fraudulentas y negocios obscuros.
Mientras
todo el mundo se aproxima al árbol de navidad y al pesebre, para expresar su
afinidad con la alegría tradicional de diciembre, por otro lado avanzan unos
personajes disfrazados de camellos y dromedarios llevándose los más de 1.2
billones de pesos del negocio de Orbitel. Su desplazamiento se hace lento y
torpe, es de entenderse si interpretamos lo pesado de su carga. Esto nos
favorece, afortunadamente, pues los que no tenemos delitos contra el erario los
alcanzaremos rápido para despojarles de lo robado y hacerles pagar sus conductas
indecentes. Querrán patearnos y lesionarnos, pero nuestra preparación y
convicción nos hará inmunes a sus estólidas pretensiones.
La
navidad que estamos pasando hubiera podido ser mejor si los más de 1.2 billones
de pesos los hubiéramos invertido en 15 escuelas y 16 hospitales a razón de
$40.000.000.000 cada uno. El municipio de Medellín habría tenido una inversión
superior, si bien tenemos en cuenta que la suma desviada es una tercera parte
del presupuesto de la ciudad, si se hubieran fabricado 100.000 viviendas de
interés prioritario a un costo de $12.384.000. Lo que da un 10% de lo que
pretende la nación con su programa de un millón de viviendas para los pobres.
Léase bien esta última parte: una décima parte de estas casas los hubiéramos
construido en nuestra capital antioqueña. Sin embargo quisieron silenciarnos en
pleno
síndrome del Villancico, pero la carga es muy pesada para llevarla sin
siquiera lanzar un quejido.
Ofrecemos
disculpas a los Camellos y Dromedarios por las personalidades que disfrazaron,
porque no son las más educadas. Ya sabrán entendernos. De todas formas, el
traído del Niño Jesús este año para los medellinenses y el erario, ha sido el
entierro, llamémoslo así para no asustarnos, de la no despreciable suma de más
de 1.2 billones de pesos. ¡Qué regalo más
caro!
Junta Directiva
UNIGEEP
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