Por todas
las redes y pasillos de Empresas Públicas de Medellín, corren y circulan los comentarios
sobre los actos en contra de dos funcionarios de alto nivel de la entidad:
La Doctora Beatriz Castaño Otalvaro y el Doctor Diego León Palacio Palacio.
Quienes fueron depuestos de sus cargos, para acomodar a personajes cuestionados
del linaje administrativo del Gerente General. Los afectados llevan 23 y 32
años, respectivamente, y han tenido un excelente comportamiento laboral, como
quiera que siempre hayan aportado un ejemplo para la institución y los
trabajadores. En esta primera entrega, además de expresar nuestra solidaridad
obligatoria para con los lastimados con su remoción, nos vemos avocados a un
pronunciamiento de fondo.
No vamos a
hablar de temas vacíos que desvían fácilmente la atención, como quiera que los
reclame la administración para ella, pero que no los admite a los demás. Ya
sabrán a que nos estamos refiriendo. No puedo exigirle al otro lo que no
practico. Y lo que acaba de sucederle a los Doctores Castaño Otalvaro y Palacio
Palacio, no es más que la confirmación del viejo aforismo: a mis amigos lo que
me pidan, y para mis enemigos la ley. Ya lo habíamos tocado alguna vez. ¡Qué
bochornosa y lamentable la forma de confirmar la tendencia marcada por quienes,
si nos descuidamos, nos van a acabar!
Observen
queridos compañeros la manera como se comienzan a destapar las componendas. Así
mismo empezaron con UNE EPM Telecomunicaciones y miren donde la tienen. Lo que
se busca, a toda marcha, es borrar cualquier rastro de compromiso y sentido de
pertenencia con Empresas Públicas de Medellín, y para ello se utiliza la
aborrecible táctica del cambio de los titulares, nombrando en su remplazo a
personajes bien cuestionados y sin los
más mínimos pergaminos. Lo que importa aquí es la desaparición de todo rastro
que tenga que ver con la buena cultura de lo público. Así se tenga que llegar a
prácticas neonazis, en donde la víctima aparece siempre como victimaria,
pagando las vajillas que los solapados rompen.
En los
recientes debates del Concejo de Medellín, sí que se vieron claras las
intenciones del Gerente y Presidente, de ambas entidades, de para donde quieren
llevarnos: nada más y nada menos que para el desfiladero de la privatización.
Porque algunos estuvieron pendientes de lo que ocurría con UNE EPM
Telecomunicaciones, sin saber o caer en la cuenta, que Empresas Públicas de
Medellín es la sentenciada, y a corto plazo. Sino miren las maniobras de
quienes reclaman términos que no utilizan hacia los demás. Hay que verlos exigiendo
lo que ni siquiera conocen, porque no han tenido la fortuna de ejercerlo. Lo
peor es que haya quienes les comen todavía cuento y que no sopesen las
consecuencias tan graves de lo que está pasando.
Por fortuna,
como debe ser, la mediocre administración de Empresas Públicas de Medellín, con
todas sus recurrentes infamias, dio con dos servidores públicos de la talla de
los Doctores Castaño Otalvaro y Palacio Palacio, quienes actuando en su calidad
ejemplar de funcionarios dignos y de reconocida trayectoria, han asumido una
postura de rechazo y de denuncia ante las atrocidades presentadas. ¡Como así
que de frente y con justificaciones de cajón se están haciendo nombramientos de
personas cuestionadas en remplazo de las que han hecho crecer nuestra entidad?
¡No señores! No vamos a permitir que se siga por esa senda sin siquiera prender
las alarmas. Ya entendemos el afán de sacar rápidamente a nuestros compañeros
pensionables.
Es necesario
hacer una mención especial a la compañera Claudia de los Ríos, quien puso por
encima su compromiso con Empresas Públicas de Medellín, como debe ser. Los que
tenemos inscrito el carácter responsable de la función pública, velamos por el
sostenimiento del patrimonio público, mientras que los que trabajan para los
jefes sólo devengan sin aportar a las instituciones, permitiendo sus inminentes
quiebras. Tenemos buenos ejemplos de esto. Ojalá todos en la entidad tuvieran
su entereza y templanza querida Claudia.
UNIGEEP,
conociendo de estos hechos y teniendo la experiencia amarga de lo sucedido con
UNE EPM Telecomunicaciones, no puede quedarse en los meros escritos de
sensibilización general. Asumiremos de inmediato las acciones pertinentes de
denuncias y solicitudes de acompañamiento a las investigaciones en camino. Sobre
todo ahora que ya sabemos lo que significa el famoso lema administrativo “Estamos
ahí…”, claro, para quebrar a Empresas Públicas de Medellín. De esto no nos quedan
dudas.
JUNTA DIRECTIVA
UNIGEEP
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