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domingo, 19 de mayo de 2013

Estamos ahí…

Por todas las redes y pasillos de Empresas Públicas de Medellín, corren y circulan los comentarios sobre los actos en contra de dos funcionarios de alto nivel de la entidad: La Doctora Beatriz Castaño Otalvaro y el Doctor Diego León Palacio Palacio. Quienes fueron depuestos de sus cargos, para acomodar a personajes cuestionados del linaje administrativo del Gerente General. Los afectados llevan 23 y 32 años, respectivamente, y han tenido un excelente comportamiento laboral, como quiera que siempre hayan aportado un ejemplo para la institución y los trabajadores. En esta primera entrega, además de expresar nuestra solidaridad obligatoria para con los lastimados con su remoción, nos vemos avocados a un pronunciamiento de fondo.

 

No vamos a hablar de temas vacíos que desvían fácilmente la atención, como quiera que los reclame la administración para ella, pero que no los admite a los demás. Ya sabrán a que nos estamos refiriendo. No puedo exigirle al otro lo que no practico. Y lo que acaba de sucederle a los Doctores Castaño Otalvaro y Palacio Palacio, no es más que la confirmación del viejo aforismo: a mis amigos lo que me pidan, y para mis enemigos la ley. Ya lo habíamos tocado alguna vez. ¡Qué bochornosa y lamentable la forma de confirmar la tendencia marcada por quienes, si nos descuidamos, nos van a acabar!

 

Observen queridos compañeros la manera como se comienzan a destapar las componendas. Así mismo empezaron con UNE EPM Telecomunicaciones y miren donde la tienen. Lo que se busca, a toda marcha, es borrar cualquier rastro de compromiso y sentido de pertenencia con Empresas Públicas de Medellín, y para ello se utiliza la aborrecible táctica del cambio de los titulares, nombrando en su remplazo a personajes  bien cuestionados y sin los más mínimos pergaminos. Lo que importa aquí es la desaparición de todo rastro que tenga que ver con la buena cultura de lo público. Así se tenga que llegar a prácticas neonazis, en donde la víctima aparece siempre como victimaria, pagando las vajillas que los solapados rompen.

 

En los recientes debates del Concejo de Medellín, sí que se vieron claras las intenciones del Gerente y Presidente, de ambas entidades, de para donde quieren llevarnos: nada más y nada menos que para el desfiladero de la privatización. Porque algunos estuvieron pendientes de lo que ocurría con UNE EPM Telecomunicaciones, sin saber o caer en la cuenta, que Empresas Públicas de Medellín es la sentenciada, y a corto plazo. Sino miren las maniobras de quienes reclaman términos que no utilizan hacia los demás. Hay que verlos exigiendo lo que ni siquiera conocen, porque no han tenido la fortuna de ejercerlo. Lo peor es que haya quienes les comen todavía cuento y que no sopesen las consecuencias tan graves de lo que está pasando.

 

Por fortuna, como debe ser, la mediocre administración de Empresas Públicas de Medellín, con todas sus recurrentes infamias, dio con dos servidores públicos de la talla de los Doctores Castaño Otalvaro y Palacio Palacio, quienes actuando en su calidad ejemplar de funcionarios dignos y de reconocida trayectoria, han asumido una postura de rechazo y de denuncia ante las atrocidades presentadas. ¡Como así que de frente y con justificaciones de cajón se están haciendo nombramientos de personas cuestionadas en remplazo de las que han hecho crecer nuestra entidad? ¡No señores! No vamos a permitir que se siga por esa senda sin siquiera prender las alarmas. Ya entendemos el afán de sacar rápidamente a nuestros compañeros pensionables.

 

Es necesario hacer una mención especial a la compañera Claudia de los Ríos, quien puso por encima su compromiso con Empresas Públicas de Medellín, como debe ser. Los que tenemos inscrito el carácter responsable de la función pública, velamos por el sostenimiento del patrimonio público, mientras que los que trabajan para los jefes sólo devengan sin aportar a las instituciones, permitiendo sus inminentes quiebras. Tenemos buenos ejemplos de esto. Ojalá todos en la entidad tuvieran su entereza y templanza querida Claudia.

 

UNIGEEP, conociendo de estos hechos y teniendo la experiencia amarga de lo sucedido con UNE EPM Telecomunicaciones, no puede quedarse en los meros escritos de sensibilización general. Asumiremos de inmediato las acciones pertinentes de denuncias y solicitudes de acompañamiento a las investigaciones en camino. Sobre todo ahora que ya sabemos lo que significa el famoso lema administrativo “Estamos ahí…”, claro, para quebrar a Empresas Públicas de Medellín. De esto no nos quedan dudas.


 
JUNTA DIRECTIVA
UNIGEEP

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