En una decisión trascendentalmente importante para
la República del URUGUAY, José “Pepe” Mujica, sacó a Carlos Slim del mercado de
la televisión en ese país. Había entrado
en el 2008 a este sector con la intención poco sana, de apoderarse de
los demás espacios que confieren las comunicaciones amplias y tecnológicas. Es
bueno tener en cuenta que una de las razones es la falta de legitimidad
contractual por desconocerse la identidad de los titulares de Flimay S.A., que
para el caso es CLARO.
Llama la atención poderosamente, que los distintos
medios de comunicación de nuestro país, no se hayan pronunciado sobre el
asunto, y que los sectores políticos guarden un silencio sepulcral, cuando con
MILLICOM pasa lo mismo y quizá peor, pues es de conocimiento general la serie
de cuestionamientos que se le hicieron y que están en boga por sus actuaciones
en varios países y por los recursos que maneja en los diferentes paraísos
fiscales del mundo. Con todo y eso fue legitimada su fusión con UNE EPM
Telecomunicaciones, por un minoritario grupo que no representa los intereses
medellinenses.
La decisión, en aras de la defensa de los bienes
nacionales uruguayos, tomada por Pepe Mujica, se vuelve más importante en la
medida que buscó salvar y proteger la economía de su país, así para ello
tuviera que entrar a preservar la industria privada de la telefonía. Lo que no
le da espacio a quienes, en todos los sentidos, manifiestan que nuestra óptica
esta orientada a propuestas únicamente estatalizadoras. Aquí jugaron un papel
importante los clamores, sí escuchados, de los distintos agentes públicos y
privados del Uruguay.
La protección de nuestras economías, entre ellas
las de telefonía, se debe volver una figura de obligatorio cumplimiento, al
estar comprometidas las entidades públicas que han venido ofreciendo un
servicio de comunicaciones muy importante para el desarrollo y progreso de
nuestro país. No en vano la inversión social se verá devastada por las
decisiones que han tomado quienes no tienen un sentido de pertenencia hacia lo
nuestro, toda vez que anteponen siempre sus intereses bien particulares, los
cuales nada tienen que ver con los designios de sus electores.
En una entrevista que se le hiciera a Pepe Mujica,
sobre su vida austera simplemente contestó:
“si tuviera mucho tendría que gastar bastante de mi parte en cuidar lo que me
pertenece, dejando de lado la responsabilidad que me corresponde, pero como
poseo poco, me queda todo el tiempo y los ánimos suficientes para preocuparme
por las soluciones a los problemas de los demás, quienes son la razón de ser de
mi vida política” Por esto y por sus ya conocidas decisiones tenemos un buen
Ejemplo
a Seguir. . . consideramos los que pensamos, de manera sincera, en nuestro
patrimonio público y en Colombia.
Junta Directiva
UNIGEEP
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