Para nada
ha sido extraño que desde los debates del Concejo de Medellín, sobre la viciada
autorización para la fusión de UNE-MILLICOM, se hayan comenzado a hacer
nombramientos en ciertas esferas del país. Todos los que estuvimos de frente y
en contra de la privatizadora figura, fuimos testigos de hechos inicialmente
curiosos. Ahora ya podemos deducir el porqué de la llegada a la bolsa de
valores, de cierto personaje de la duma municipal, que parece no ser una coincidencia.
La
propuesta, aunque muy sutil en un principio, de meter a Empresas Públicas de
Medellín, a la Bolsa de Valores de Colombia, ya no deja dudas sobre la
pretensión de fondo: convertirla en sociedad por acciones, con la consiguiente
privatización. No es un invento de UNIGEEP, es lo que deduce en sus amplios y
contextualizados análisis. Hoy la realidad nos demuestra que el señuelo
utilizado con UNE EPM Telecomunicaciones, va dirigido al comienzo de la
desarticulación y desangre de nuestra casa matriz. Para ello se está contando
con una administración proclive a las políticas transnacionalistas de entrega y
regalo del estado.
La fingida
austeridad, desarticulada por nombramientos cuestionados; las decisiones de
penetrar mercados a cualquier precio y riesgo, para sacar nuestros capitales;
el hecho de salir de los pensionables para acabar rápidamente la cultura
EE.PP.M; el negar la celebración de ciertas fechas para terminar con las
costumbres y sellos laborales, entre muchos otros, no son sino los pasos
agigantados que comprueban el afán programático de tomarse energía, gas y
aguas. Así la ingenuidad y adormilamiento de algunos, se niegue a interpretar y
aceptar unos hechos tan evidentes.
Es muy
curioso y sospechoso que con todo lo recientemente sucedido con MILLICOM, la
parte tecnológica de la Bolsa de Valores Colombiana tenga proyectadas a empresas como Avantel y Claro,
las cuales serían las primeras para este sector. Y que se esté esperando la
participación de las entidades de la salud. Nada más lejos de la concreción
abominable de la pretendida y cruel realidad de la lógica del modelo económico
que nos carcome: ya no importan los recursos públicos sólo los negocios,
aquellos que quiebran la inversión social, pero que fortalecen los intereses
privados.
Empresas Públicas de Medellín tiene unos ingresos operacionales de
$12,58 billones, activos de $35,2 billones y un crecimiento de 5,21% en sus
resultados netos. Actualmente, está ampliando sus fronteras llegando a México y
a Chile con la construcción de plantas de agua y campos de energía eólica, lo
que la hace ya multinacional de grandes tentáculos. Todo lo cual la convierte
en una entidad que está siendo preparada para golpes certeros a corto plazo y
en su contra, pero no para lo que quisiéramos los trabajadores y la comunidad.
Los claros mensajes de la administración no dan otra interpretación.
Los
mensajes a leer y a rechazar rápidamente son todos aquellos que pretendan
justificar una conversión distinta de nuestra casa matriz. La lectura que queda
en lo que está apareciendo en los amplios medios y en las jugadas
administrativas, con nombramientos perversos en diferentes estrados y esferas,
no es más que la corroboración de las alarmas que estamos enviando desde
UNIGEEP: llegaron y ya están adentro y afuera, para desvertebrar, desangrar y transformar a Empresas Públicas de Medellín en
un negocio de pocos y una miseria de muchos; lo que nos lleva a exponer que Se Confirma La Amenaza, a la que hay que salir a combatir antes que
sea demasiado tarde.
Junta Directiva
UNIGEEP
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