“No juzguemos a las organizaciones por lo malo que
hacen los hombres, sentenciemos a los hombres por lo malo que le hacen a las
organizaciones”
Desde su constitución y fundación, el 21 de agosto
de 2010, nuestra organización ha marcado una seria diferencia, en el claro
sentido de no pertenecer a ninguna central o confederación de trabajadores. De
ahí que no hagamos parte, como sindicato de alguna línea o corriente ideológica
dentro las existentes en el país. Otra cosa, bien distinta, es la decisión
individual que cada uno de sus miembros, Directivos o Afiliados, escoja o
defienda. Todo por el respeto a la concepción de clase social que todos debemos
tener.
No obstante lo anterior, no estamos separados ni
alejados de los certámenes que le sirven a los trabajadores y a las
organizaciones en sí y para sí. Es por ello que hemos estado muy pendientes de
las problemáticas existentes en el interior de la Central Unitaria de
Trabajadores, CUT, que no son causadas por la plataforma de lucha política de
este estamento, sino por quienes han constituido desde allí un fortín de
intereses y beneficios propios e individuales. Esto debe quedar con una
claridad frontal y profunda, dado que no podemos seguir sentenciando a las
organizaciones por el actuar de los amigos del sistema que nos explota, mismo
que las ha infiltrado para su provecho y réditos convenientes.
Los trabajadores tenemos que saber identificar quiénes
son los que están de nuestro lado y cuales individuos hacen parte de las
infiltraciones que nos hacen daño a diario, con entregas de nuestros derechos y
conquistas, en forma paulatina y progresiva. El permitir que la CUT siga por el
sendero que la llevan los silenciadores de las voces obreras, es tanto como
acceder al cierre del estamento más cercano a nuestra filosofía. El mantenernos
indiferentes frente a lo que está sucediendo allí, es cohonestar con la
estrategia de privatización de lo público que muchos, soterradamente, vienen
manejando desde adentro mismo; así salgan con alharacas de última hora, para
demostrar lo contrario. De ahí que
nuestro imperativo, como actitud responsable, sea el de recuperar la CUT para
bien de todos.
UNIGEEP, a través de sus afiliados, tiene vínculos
con la CUT, y como quiera que conozca de elementos sociales que nos han
aportado siempre y que no nos han defraudado, ha querido contribuir con la postulación de
uno de sus mejores hombres, el compañero OMAR CARDONA PELAEZ, como pieza
fundamental en el cambio que buscamos. Sus más de 27 años dedicados a la
defensa de los derechos de los trabajadores y su experimentado empeño por el
sostenimiento de nuestros patrimonios públicos lo hacen merecedor de tal
distinción y exaltación. Reconocimiento que
les trasladamos a Cesar Augusto Celis Rodríguez y a Carlos Arturo Posada García,
quienes han venido acompañando este proyecto en sentido serio, dada la
interpretación clara que hacen del concepto de solidaridad inscrito en sus
luchas.
Correspondiendo a lo anterior, y teniendo claros
los compromisos con los trabajadores en sus arduas luchas, tanto de la
Compañera TRINA CHAVARRÍA CHAVARRÍA como del compañero TARSICIO RIVERA MUÑOZ,
UNIGEEP respalda su justa y pretendida aspiración a sostenerse como miembros de
la CUT, con los tarjetones 102 para Antioquia y 76 para la Nacional,
respectivamente. La abnegación y
responsabilidad por el movimiento social-obrero en Colombia, los hacen
merecedores de nuestro apoyo incondicional.
Así pues, los invitamos a todos a votar y a apoyar
a quienes han marcado un compromiso real, sincero y fraternal con nuestra causa.
Y en especial por los que no han entregado nuestros derechos, conquistas y
patrimonio público.
Este viernes 7 de junio, acompañemos
en las urnas con nuestro voto las propuestas 102 para
Antioquia y 76 para la nacional. El compromiso por lo nuestro es de todos.
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