Con
un anuncio adornado de satisfacciones que nos llevan al engaño, el grupo
empresarial EPM dio a conocer la noticia en la cual Colombia Móvil cancela la
deuda que tiene desde el 2006. Lo que parece llenar de regocijo a quienes están
tapando la verdadera situación de Millicom, misma que pretenden cubrir con la
boyante realidad de Empresas Públicas de Medellín, no es más que la marcha
forzada del atentado consolidado contra una bonanza que tiene sus raíces en la
cultura de pago de los que prefieren no comer por pagar sus servicios públicos.
La
noticia de la cancelación de la deuda nos debe trasladar a espacios que nos
ayuden a ratificar que hubo irresponsabilidades en la concesión de tiempos para
el pago de un dinero que se tenía que hacer años atrás y no cuando el deudor,
de la mano de unos funcionarios ineptos y maliciosos con el erario, le diera la
gana de cumplir. Porque ya de todos es conocido que existió una junta de
accionistas en la cual se le postergó la exigencia de cumplimiento que tenía
Colombia Móvil, entidad que de manera rarísima quedó con la obligación
financiera que debía asumir Millicom. Esta figura no se la aplican sino a
ciertos antioqueños de hoy.
En
el comunicado del 23 de agosto se notan tres ejes centrales: Anticipo, primeros
logros e interés de Millicom. Argumentos que nos tienen que remitir,
inexorablemente, a unas reflexiones de fondo. Nos engañan cuando nos quieren
hacer creer que se anticipa un pago que tenía que hacerse mucho tiempo atrás.
Se está logrando lo que se tenía que haber cumplido, lo cual nos conduce a
interpretar que Millicom no habría pagado de no haberse consumado la
direccionada fusión. El interés mencionado, demuestra que la multinacional
seguirá aprovechando los regalos que le siguen haciendo los enemigos de lo público.
Si se tienen en cuenta la clase politiquera y los funcionarios que viven de las
comisiones que posiblemente erogan las transnacionales. De otra manera no se
entendería la defensa que les hacen unos cuantos y muy conocidos.
Sobre
el tema cabe la siguiente pregunta: ¿Y cómo hace Millicom para pagar? Después
de la demostración que hiciera el Doctor Carlos Guillermo Álvarez Higuita, a
quien hay que creerle así no haga ostento de sus saberes, sobre la situación de
la razón corriente negativa de Millicom, no queda duda que tiene que estar
vendiendo su infraestructura para poder cumplir con la cancelación de sus
obligaciones financieras, en este caso, las contraídas con Empresas Públicas de
Medellín. Recordemos que el único periodo en que mostró Colombia Móvil
utilidades, fue en el 2011, año en el que se enajenaron las torres de
transmisión y que le entregaron a American Tower, entidad última de la cual
resultó siendo socia Millicom. Aquí el yo con yo sí funciona; en lo público, según
nuestros versados directivos, parece que no.
Habiendo
hecho un recorrido corto por algunos apartes ya conocidos por todos, no queda
sino la desazón que nos deja el constante engaño a que nos tienen acostumbrados
los enemigos de lo público, que no saben cómo justificar su defensa de los
intereses foráneos antes que los bienes del estado de los que salen sus jugosos
salarios. La pantomima pretendida con la cancelación de una deuda que ha
generado todas las desconfianzas posibles, no nos va a convencer, por el
contrario, Simplemente, da Vergüenza la manera vil como están regalando
nuestras empresas los ineptos que no saben otra cosa que postrarse ante el
capital y los intereses de los extranjeros, así estos últimos estén quebrados.
Junta
Directiva
UNIGEEP
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