Ante todos los estudios hechos sobre
Millicom Spain, entidad con la que se piensa consolidar una operación
encubierta, en palabras de nuestro asesor Gonzalo Álvarez Henao, queda claro que
ésta multinacional es un vehículo de inversión distinto y lejano de lo que son
las telecomunicaciones. En la constitución de su composición de capital sólo
cuenta con 40.000 euros, que bien valorados equivalen a casi 108 millones de
pesos colombianos, los cuales pretenden devorarse los cerca de 4 billones de
pesos en activos de UNE EPM Telecomunicaciones. Esto sumado a que esta firma no
puede trabajar sino fuera de España, como condición especial, debido a que en ese
país sólo le dejan tener una oficinita.
Nuestro asesor insiste en una
operación encubierta como quiera que no se puede hablar de una fusión, al no
ser posible esta figura entre una empresa privada con otra del estado. Las
fusiones no son dables sino a través de las facultades especiales con que
cuentan El Presidente de la República, los gobernadores departamentales y los
alcaldes municipales. Ahora, frente a la exigencia de disolución ¿Cuál de los
dos lo tendría que hacer? Siendo más exegéticos en el análisis que se debe
tener ante casos tan críticos como el que nos ocupa: no sabríamos como entender
una fusión entre 108 millones y 4 billones de pesos. Sería un exabrupto. Sobre
todo cuando el beneficiado reconoce su mal momento, exponiendo que pagará
mediante una emisión de bonos. ¡No tiene plata!
No puede darse una sociedad de economía
mixta, porque no entenderíamos como un vehículo de inversión privado, pueda
juntarse con una entidad de comunicaciones públicas. El Código de Comercio
explica en manera clara, como en este tipo de figuras las entidades que
componen las sociedades en mención deben tener el mismo objeto social. No
podríamos interpretar como dos empresas de distinto objeto, carácter, misión y
visión puedan definir una estrategia de convergencia unificada para la
concreción de un negocio que pueda dar resultados positivos. Esto en razón de que
lo que podamos confirmar sea una estafa de las proporciones que estamos
denunciando.
Ahora, como el Gerente General de
Empresas Públicas de Medellín, dijo en sus respuestas al cuestionario elaborado
por UNIGEEP para el Concejo de Medellín, que no será una fusión ni una sociedad
de economía mixta, sino una alianza estratégica estaríamos ante una figura
bastante particular: una ofrece y vende servicio de comunicaciones públicas y
la otra es una facilitadora para la adquisición, tenencia, administración y
gestión de títulos y acciones o cualquier forma de representación de
participaciones en el capital de entidades no residentes en territorio español.
En términos bien cristianos: la primera asociación entre Dios y el Diablo no la
podríamos concebir. No es posible este permiso sino en los acartonados
tuguriales que están haciendo su paso por las administraciones de nuestras
empresas.
Al no ser posibles, al menos en
nuestra lógica analítica y en la de quienes tengan cinco dedos de frente, las figuras
con que nos quieren enredar los capacitados en los kínderes extranjeros, no
queda sino una explicación bien ilegal: nos quieren robar a UNE EPM
Telecomunicaciones con un título falso, como lo expresara Gonzalo Alvarez
Henao. Para ello requieren de la participación de un agente transnacional mala
paga, sin buena reputación y sin recursos: Millicom. Desde los más sanos
criterios que nos remiten a la legalidad y al Estado Social de Derecho nos
permitimos informar que estas administraciones están Atrapadas en la Sin Salida, para donde se muevan quedarán en la más
absoluta de las evidencias ilícitas.
¡Señor
Alcalde, Concejales y demás funcionarios comprometidos con la pretendida
defraudación a los medellinenses, por favor, regresen a la legalidad!
Junta
Directiva
UNIGEEP
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