Las cábalas que se tenían en el país, debido
a nuestras costumbres y agüeros, sobre un año terminado en 13, se hicieron
efectivas. Peor no nos pudo ir, sobre todo al patrimonio público. Las prácticas
mal sanas de nombramientos irresponsables han llevado a que UNE EPM Telecomunicaciones,
termine un período con la amenaza de un negocio que sólo busca exterminarla.
Tras el manto encubierto de una excelente solución, se pretenden regalar unos
activos de casi 4 billones de pesos, y eso que, únicamente, hablamos de alguna parte de la compañía.
Las mentiras y los engaños que rodean los
negocios fraudulentos, al peor de los estilos mafiosos, brillaron con luz
propia en su presencia dañosa y perjudicial. Baste retrotraer lo del principio
de año: No vamos a privatizar; buscamos lo mejor para una empresa que está mal,
pero que tiene ingresos de 1.8 billones de pesos y cuyas utilidades pueden
llegar fácilmente a los 500.000 millones de pesos anuales. Entre otros muchos, fueron las disculpas para
la salvaguarda del robo enunciado. Lo que no sabíamos es que los privados
compraran algo que no produce, y que su meta comience con el despido de los trabajadores
que le han generado todos los momentos positivos a la entidad.
Para no repetir la cantidad de falacias que
se han dicho para disimular la infamia, pues
no cabrían en este comunicado, es imprescindible comentar que la fábula del
muñeco al que le crecía la nariz debido a sus mentiras, hoy se hace evidente e
irrebatible en UNE EPM Telecomunicaciones. Con todos los narizones que
defienden la prosperidad del peculado de la fusión, se pueden tirar todos los
túneles que requiere Colombia en materia de infraestructura. Estos abominables
sujetos podrán cruzar con sus napias todas las puertas de la deshonestidad,
pero nunca pasarán por las entradas por donde transitamos los defensores del
patrimonio público, los derechos de los trabajadores y el bienestar social íntegro
de la comunidad.
Los grandes conocedores de los océanos, hablan
de las condiciones buenas y malas de los barcos en altamar, en las que ciertos
roedores asumen unos comportamientos bien particulares. Lo que no hemos podido
entender e interpretar es porqué si la nave de la fusión va con buen rumbo,
algunas ratas estén saltando de ella. Lo lamentable del caso es que están
abordando el navío de Las Empresas Públicas de Medellín y algún buque del
sector privado, embarcaciones en las que indefectiblemente, no descansarán
hasta hundirlas. Esperamos que al igual que el capitán del Concordia, al que no
le ha crecido la nariz, estos especímenes tengan, más temprano que tarde, unos
juicios acordes con sus indeseables conductas.
Toda la infraestructura de fibra óptica y la
que falta por cubrir de cobre, más la que se está desarrollando satelitalmente,
tendría unos ahorros impresionantes si aquello fabulesco de la nariz fuera
verdad, pues con la utilización de este órgano de los defensores de la fusión,
estaríamos conectados con cualquier parte de la tierra y quizá del universo. El
2013, Año Pasado por Pinochos, nos
deja un camino duro por recorrer, el cual, gracias a los diligentes esfuerzos
de UNIGEEP, ya tenemos muy despejado. En esta misma semana comenzaremos con los
procesos penales, mismos en los que estarán implicados los imitadores de Francesco
Schettino.
Junta
Directiva
UNIGEEP
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