En
el preciso momento en que detectamos la tendencia negativa por donde se está
llevando a nuestra entidad, comenzamos con las denuncias que todos nuestros
seguidores conocen y que han permanecido insistentes desde el año 2006, hasta
nuestros días, dado que la línea administrativa es la misma. Hemos sido
ingentes y persistentes en señalar a todos los que han contribuido con el caos
interno y externo de la crisis por la que estamos pasando. Hechos que han
generado algunas reacciones, una de ellas el cierre del espacio de reflexión y
respuesta a que teníamos derecho todos los trabajadores de nuestra entidad,
para estar informados.
Cada
vez que nuestra organización muestra nuevos elementos probatorios que conducen
a la corroboración de las pretensiones dañinas contra nuestras empresas, los
documentos que nos inspiran a las denuncias, son nuestras primeras fuentes
fidedignas y evidentes ante cualquier deseo de refutación de quienes están muy
comprometidos con las investigaciones que se están llevando a cabo en todas las
instancias del estado colombiano. No ha existido un solo papel que no hayamos
podido justificar y argumentar, en cualquier escenario. Todo lo que publicamos,
hasta en los avisos clasificados, tiene su sustento legal, constitucional y
social.
Los
que están del lado negativo, con la intención de acabar con nuestros
patrimonios, no han podido demostrar con razones obvias sus falaces
exposiciones más allá de un poder, que cada vez los coloca en evidencia, y han
seguido cerrándonos espacios. Es así como hasta lo que hemos estado colgando en
los avisos clasificados nos lo han venido desmontando, en forma sistemática,
paulatina y continua; con una única explicación: no se ciñe a los preceptos
administrativos de la compañía. Como si todos estuviéramos obligados a soportar
las mentiras con que se viene tratando de regalar nuestra entidad, bajo unos
discursos de culebrería que, por fortuna, ya los trabajadores bien conocen.
Hemos
agotado los escenarios de peticiones para provocar una participación
democrática en los distintos espacios que para ello tiene UNE EPM
Telecomunicaciones, con las respuestas lógicas de quienes tienen la convicción
de ser redescubiertos en sus malsanas intenciones. Lo que nos ayuda a confirmar
que si tuvieran buenos propósitos no le tendrían tanto pánico a la
confrontación abierta y pública. Los temores que albergan los enemigos de
nuestra empresa y que devengan salarios de ella, son enormes, por eso andan
averiguando en donde nos vamos a pronunciar, para de inmediato salir a censurar
a los que nos abran sus micrófonos y cámaras, con el ofrecimiento de ciertas
dádivas que no dejan de circunscribirse en lo económico.
Desde
ciertos espacios, de los que hace parte UNIGEEP, hemos invitado a un debate
público sobre lo que está pasando con nuestras empresas, a la Alcaldía, a la
gerencia de EPM y a la presidencia de UNE, sin respuestas algunas. Lo que
demuestra y prueba que las decisiones tomadas tienen más de confuso y obscuro
que de legítimo y transparente. Ahora, si las cosas están tan enmarcadas en lo
constitucional y legal, no entendemos ¿Cuál
es el Miedo? ¿La misma academia no habla de perder los temores frente a las
razones? Luego entonces, todos los días se corrobora más, que la falta de
argumentos hace que los culpables tengan que esconderse y ocultarse con mayor rapidez.
Obviamente que nuestra organización los seguirá desnudando a diario, así
continúen bregando a silenciarnos, en todos los sentidos.
Junta Directiva
UNIGEEP
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