Las Empresas Públicas de Medellín,
fueron creadas bajo unos ejes que hoy siguen sosteniéndola a pesar de la
encarnizada y aguda desadministración que todos palpamos y observamos. La
prestación de unos buenos servicios, la generación de recursos para la
inversión social y la creación constante de empleos dignos, son unos de los
emblemas con que se ha contado en el tiempo y en la historia de nuestra
entidad.
Para nadie es un secreto el nivel de
compromiso de cada uno de los trabajadores que han hecho posible la labor del
posicionamiento progresivo y continuo de Empresas Públicas de Medellín, durante
mucho más de cinco décadas. Claro está que tenemos que sacar de la mención a
todos aquellos seudofuncionarios públicos que fungiendo una responsabilidad con
el erario, y en representación de ambiciones politiqueras, han venido a cumplir
la misión de acabar con nuestro patrimonio. Aquí no podemos alcahuetearle a nadie,
porque los que han hecho demasiado, para beneficio de todos, son otros.
No podemos dejar de reconocerle a
quienes ya muertos, tuvieron la bella responsabilidad de ayudar a que el sueño
de los grandes emblemas sociales fueran posibles. Nuestra historia del respeto
por el otro, no nos debe llevar a la proscripción de los que habiendo partido,
estos si, dejaron su huella positiva, sin las bullas que hacen
los que quieren robarse la tradición que tenemos los demás. No seríamos nada
sin la participación de tantos otros honrados y honestos que pasaron por
Empresas Públicas de Medellín. Todo debido a que el yo no existe sin el tú. Y
en el caso que nos ocupa sí que es cierto. Lógicamente, otra cosa dirán los que
poseen costumbres censurables.
La semana pasada, el señor Gerente
General de las Empresas Públicas de Medellín, envió un mensaje de felicitación
a los trabajadores de la entidad, porque esta quedó dentro de las veinte más
sostenibles de Colombia. Esto no es nada nuevo. Recordemos que Diego Calle
Restrepo decía que lo que posiciona a una empresa es el buen servicio y no los
reconocimientos ni las propagandas. Sin dejar de exaltar nuestro prestigio, los
premios que se han podido comprar, camino al hedonismo de unos pocos, son muchos. Y lo que estimula a una persona
con consciencia son las soluciones humanas que de su labor se deriven.
El mensaje del señor Gerente General,
pareciera tener la intención de menguar la desdicha que viven los trabajadores
de Empresas Públicas de Medellín, si bien se puede estar contando más de una
década de sacrificios y del acabose administrativo con que se rige el ente. La
tragedia repetida en farsa, es la constante con que se despierta y llega a sus
puestos de trabajo la mayoría de empleados de nuestra empresa. El estrés y la
zozobra son la invariable eterna que todos los días podemos estar tocando y
sintiendo. Total pues, que las cartas felicitatorias son una labor de
risoterapia aplicada a quienes no son del paquete de los buenos asalariados que
no aportan ni producen nada; ah perdón, sí aportan, pero sólo malas decisiones.
En una entidad como la nuestra, unas
congratulaciones tienen que contener soluciones
de fondo, deben llevar impreso un mensaje de justicia y equidad, deben
contextualizar el ambiente real de participación de todos bajo un mismo racero,
y no la pretensión retórica del engaño permanente que conduce a que unos pocos
ganen honores mustios con intenciones negras futuras. Los trabajadores de las
Empresas Públicas de Medellín, con todas sus problemáticas, zozobras,
preocupaciones y desencantos han recibido unas
Felicitaciones y…
Junta Directiva
UNIGEEP
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