Cada vez que algunos personajes o sectores se
encuentran en crisis muy evidentes, producto de sus conocidísimas medidas
antipopulares, se inventan cualquier tipo de eventos tratando de ocultar, a
toda costa, cualquier estertor o manifestación social que pueda desnudar la
realidad por la que pasan nuestras ciudades. Medellín no se sale de este
contexto, por ello hay que entender el afán de la administración municipal, en
cabeza del alcalde y todo su equipo, montando y comprando cuanto programa
internacional resulte con la firme intención de tapar la realidad que vivimos.
Otra manera de desviar la atención sobre los
problemas sociales propios, es trasladarle a los vecinos la culpa de lo que nos
está pasando, o mostrar los errores de los demás, agrandándolos por supuesto,
para que el ingenuo o escaso de mente o vulgo ignaro, no caiga en la cuenta de
su propia situación o miseria social. El sensacionalismo publicitario se ha
convertido entonces en uno de los principales circos que ayudan a menguar el
torrencial de descontentos ciudadanos en nuestra capital, región y país. Lo uno
coincide con lo que sigue: ya viene el mundial de futbol.
¿Será que el Foro Urbano Mundial llega para saber
de las circunstancias negativas que estamos pasando los trabajadores de
Empresas Públicas de Medellín, UNE EPM Telecomunicaciones, otras entidades y
los ciudadanos de nuestro municipio? Permítannos dudarlo. Precisamente, de lo
que se trata es que el magno suceso sepulte, de una vez por todas, el
sufrimiento y padecimiento de los sumergidos en la debacle social que
atravesamos. Los servicios públicos más caros de América en general, pegados a
los salarios más bajos del continente, sumados al desempleo más alto de las urbes
de talla mundial en que nos quieren meter o hacer creer, son una prueba
irrefutable.
El turismo chancleta que traen estos conciertos de
mutuos elogios, no le está arrojando buenos resultados a nadie, pues los que
están llegando son unos extranjeros que aprovechan tarifas de viajes baratos,
en sus países de origen, para dejarnos sus enfermedades incurables,
fortaleciendo la prostitución infantil que carcome a muchas familias. Por eso no
es de extrañar el que cada instante observemos gente hablando raro, en lugares
prohibidos para muchos, porque están haciendo uso de la franquicia que les da
la consecución e instalación de los acontecimientos mencionados, aquellos que
sin duda paga la caja menor del municipio: Empresas Públicas de Medellín.
Lógicamente, con el menoscabo de sus trabajadores, aquellos que no hacen parte
de la cúpula de los escogidos.
Serán ocho días de fantasías plenas con
comentarios estrambóticos, en los que veremos los personajes más encopetados de
la estirpe o elite mundial, con la connotación parroquial de uno que otro
estúpido nacional o regional que les chillará al lado, habida cuenta que
siempre se nota quien es quien. El Foro
Urbano Mundial nos traerá sólo gastos injustificables y un silencio
interminable a nuestra realidad, si dejamos que todo pase como si nada indigno
ocurriera a nuestro alrededor. Los hedores de la miseria ciudadana no se
detectarán, porque los que vienen están haciendo lo mismo en sus territorios de
procedencia, y el contubernio que los asiste no dará lugar a comentarios
dañinos. Obviamente, insistimos, de no haber pronunciamientos contundentes de
nuestra parte.
Junta
Directiva
UNIGEEP
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