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domingo, 27 de julio de 2014

Lo Que No Se Dice Ni Se Reconoce

Así se siga avanzando a pasos, aparentemente agigantados, en lo que se tiene definido como una posible fusión con Millicom, las cosas cada día se notan más embolatadas, no en las decisiones que violentan toda normatividad jurídica y constitucional, sino en las formas desarrolladas para obtener los fines fraudulentos que todos los días notamos y que se hacen más evidentes. Se arranca en una dirección, y sin persistir en esta, se cambia al poco tiempo, sin importar la cantidad de gastos de publicidad en que se incurren, pues los dueños de la prensa están felices con los ingresos recibidos.

Hace poco se tenían unas decisiones a llevar a cabo entre el presente mes y el subsiguiente, y sin unas justificaciones aceptables se han estado variando con el reacomodo fortuito de toda una instrumentación que debe tener unos costos elevadísimos, pero que como salen de nuestra entidad pública, consideran que a nadie le van a importar. Dejando claro, por supuesto, que no tienen una dinámica ajustada a las realidades que se requieren para la entrega o el regalo de nuestra UNE EPM Telecomunicaciones.

Los entes investigadores como La Procuraduría General de la Nación, La Fiscalía General de la Nación y La Contraloría General de la República, prueban que están muy lentos en los resultados que requerimos los ciudadanos de bien, con el ánimo que no se nos roben nuestros patrimonios públicos tan de frente. Lo que demuestra que se está necesitando de un combustible que encienda con buenas llamas la hoguera que judicialice, por fin, a los que están verdaderamente comprometidos en los negociados que hemos venido denunciando con todas las argumentaciones y acervos demostrativos en nuestro gran favor.

En distintas intervenciones en los medios de prensa, las administraciones de Empresas Públicas de Medellín y UNE EPM Telecomunicaciones han expresado que UNIGEEP ha denunciado formas, lo que inminentemente no es cierto, y hasta sea necio discutirlo. La constitución, la ley y los reglamentos existentes no pueden ser convertidas en meras conveniencias, para que le jueguen al vaivén de los intereses caprichosos de quienes tenemos bien preciso lo que es el estado y sus fines integrales y sociales. No señores. La carta política es muy diciente en la defensa de lo público; la ley es obvia en su aplicación contra los que atentan contra el erario; y los reglamentos dejan la evidencia de cómo se deben hacer las cosas para no meterse en problemas a corto plazo.

Los ejemplos más próximos los estamos observando en los fugitivos y  reos ausentes como María del Pilar Hurtado Afanador, Andrés Felipe Arias Leyva y Luis Carlos Restrepo Ramírez, a quienes se  les está persiguiendo, en todo el mundo, por todas las implicaciones que tuvieran en casos comprobados contra el estado colombiano, entre otros por malversación de fondos y detrimento patrimonial. Así pues que Lo que no se dice ni se reconoce pretende ocultar las diligencias que ha mostrado UNIGEEP, como organización al servicio de la defensa de nuestras entidades y por la conservación de nuestros derechos laborales, pero que no lo expresen no significa que no tengamos la razón.


JUNTA DIRECTIVA

UNIGEEP

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