A raíz de los últimos acontecimientos originados
por la voraz persecución de unos personajes, que se hacen llamar directivos de
nuestras muy queridas UNE EPM Telecomunicaciones, se ha despertado un sentimiento
de solidaridad desde todos los ámbitos sociales, encaminados a brindar todo su
apoyo para solventar sólo una tormenta pasajera que por ahora nos imponen los
agentes transnacionales, que creyeron
iban a poner de rodillas a toda una organización sindical. Sería injusto
referirnos a alguien en particular, pero es
un hecho también que nuestra columna vertebral son todos y cada uno de
nuestros afiliados, unos cercanos, otros no tanto, pero que constituyen en EPM,
en UNE EPM Telecomunicaciones y en EDATEL, los pilares sobre los cuales basamos
nuestra lucha. Y a quienes nos debemos en cuerpo y alma, porque son ustedes
quienes depositaron su confianza en nosotros.
Los que han venido a socavar con sus prácticas
vergonzantes y llenas de estulticia, el sentido de pertenencia, el trato
digno, la moralidad, las buenas
costumbres cívicas, la rigurosidad financiera y técnica de nuestras empresas
con inmensos letreros en pisos y paredes, a estos agentes, tenemos que
decirles, que dichos valores les quedan tan grandes como el tamaño de sus
descoloridos letreros, porque con sus actitudes demuestran, a las claras, ser
sólo unos sepulcros blanqueados, desconocedores de todo principio humano por el
respeto. También tenemos que decirles: ¡¡¡NO pasarán!!!
No pasarán, porque la historia nos ha enseñado
desde que nos conocemos laboralmente, que algunos cargos directivos son tan
fugaces como el simple ejercicio de oprimir un suiche para obtener luz. Hemos
sido testigos del desfile, por nuestras empresas, de personajillos de todos los
talantes que han creído siempre haber llegado a imponer sus tácticas de
represión, y a esos mismos los hemos visto estrellarse y caer tan
estrepitosamente como llegaron. La lista
es larga. Esperamos que hoy no sea la excepción. La justicia de los hombres
también ha obrado en nuestro favor, lenta, pero en bien nuestro. De tal manera, que quienes han venido a
sembrar de miseria nuestras empresas, siempre han encontrado la horma a su
medida, y para ello UNIGEEP trabaja sin descanso. Quienes no
vienen a construir progreso para nuestras empresas, sus trabajadores, las
familias de estos y la comunidad, merecen nuestro más absoluto rechazo.
UNIGEEP se ha presentado, identificado y
sostenido, como una organización de
avanzada: monolítica, por eso preparamos nuestros cuadros dirigentes y de base,
para que sepan acoplarse a los vaivenes o necesidades que razonablemente impone
la actividad sindical. Hoy dirigimos unos, mañana serán otros, pero de lo que
si estamos seguros, es que tenemos una nueva generación de mujeres y hombres,
en el horizonte, capaces de mantener su inquebrantable ideología de lucha por
la preservación del patrimonio público, como fuente de bienestar social, que se
irriga desde nuestras empresas hacia los demás. Sin lugar a equivocarnos,
tenemos que anunciarles a nuestros afiliados, familias, amigos de todas las
vertientes sociales, simpatizantes en las redes, pero sobre todo a nuestros
enemigos: Que tenemos UNIGEEP para rato.
La solidaridad viene expresada desde nuestro
nacimiento, en quienes creyeron en nosotros como proyecto social, y así les
hemos cumplido, porque la identificación de criterios, el norte hacia el cual
nos movemos, la solidaridad de clase, está impregnada en el ADN de nuestra
organización sindical, por siempre. De ahí que el respaldo unánime a nuestras
decisiones por parte de nuestros afiliados, nos hace hoy una JUNTA INQUENBRANTABLE, INDECLINABLE E
INDERROTABLE.
"Puede ser un héroe tanto el que
triunfa como el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate"
JUNTA DIRECTIVA
UNIGEEP
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