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jueves, 23 de noviembre de 2017

Respuesta a Contestación de la administración de las EPM

En una clara violación al Decreto-2015-DECGGL-2065, el Señor Juan David Vélez Hoyos, cuyo cargo es GTE. GEST. RELACIONES LABORALES, GER. GEST RELACIONES LABORALES, se auto delegó, en un claro abuso de poder y extralimitado en sus funciones para dar respuesta de una petición a nuestra organización sindical. Personaje este último quien ha mostrado una animadversión hacia UNIGEEP por nuestras posturas ideo-políticas. Es de resaltar que el funcionario de marras no tiene ninguna autoridad moral, mucho menos ética, para dirigirse a nuestra dirigencia, por sus cuestionables comportamientos de los que poseemos, por fortuna, sendos documentos, de sus calculadas malas actuaciones; pero ahí continúa, apoyado por su parcero Ricardo José Arango Restrepo.

Comencemos exponiendo parte del decreto aludido, inicialmente:

DECRETO 2015-DECGGL-2065

MARZO 24 DE 2015

Por el cual se delegan unas funciones del Gerente General

EL GERENTE GENERAL DE LAS EMPRESAS PÚBLICAS DE MEDELLÍN E.S.P. en uso de sus atribuciones estatutarias, y con base en autorizaciones dadas por la Junta Directiva, tal como se indica más adelante, y

Capítulo 4

“DELEGACIÓN DE LA ATENCIÓN DE LOS DERECHOS DE PETICIÓN QUE SE PRESENTEN AL GERENTE GENERAL DE EPM

Artículo 7°. Atención de derechos de petición que se presenten al Gerente General.

Delegar en los Vicepresidentes que desempeñen los cargos del Primer Nivel de la Estructura Administrativa de EPM de conformidad con lo establecido en el Artículo 1 del Decreto 346 de 2013 de la Junta Directiva de la entidad o en aquellos que lo modifiquen o sustituyan, la función de absolver, de acuerdo con las funciones propias del cargo, la atención de los derechos de petición que se presenten al Gerente General de EPM y que sean de su competencia acorde con las funciones asignadas en el Artículo 20 del Acuerdo 12 de 1998, en los términos y condiciones previstas en la normatividad que reglamente la materia.(negrillas nuestras)

El procedimiento para la atención de estos derechos de petición, información y consulta, será coordinado por la Secretaría General. (Negrillas nuestras)

(Autorización Delegación: Acta 1519 de 2010 numeral 10 – Acta 1571 de noviembre 2013)”

No obstante, la respuesta que nos dirige el Señor Juan David Vélez Hoyos, quien insistimos sigue con la desvergüenza de respondernos inquietudes elevadas al Gerente General, saltándose las normas, como es costumbre en EPM, tenemos para contestar lo siguiente:

En SONSÓN I y SONSÓN II, Caracolí y Támesis, que hasta ahora están los tres turnos que se van a abolir luego de la instalación de los sistemas remotos y modernizaciones que se proyectan, no garantizan la vigía de los equipos que solicitamos se tenga, especialmente las de Sonsón I y II, que tienen un alto riesgo de golpes de ariete por las condiciones de generación de la cadena hídrica y la obsolencia de trasformadores y equipos.

En las minicentrales Hidroeléctricas de Pajarito en Yarumal y Dolores en Angostura, ésta última que se encuentra en construcción, en ambas ha existido la absurda idea de dejarlas a merced de un vigilante que deberá llamar al Centro de Control Pequeñas Centrales CCPC, para que a la vez ubiquen al operador de la región, para que se dirija a las plantas de generación que están ubicadas a más de 30 minutos de su domicilio, que por los riesgos de transitar en la noche, mejor la paran perdiéndose generación.

Igualmente sucede con la minicentral La Vuelta a la que se llega por la  vía que va de Frontino hacia a Abriaquí y la minicentral La Herradura que queda en Cañasgordas a más de 30 minutos del domicilio del operador. Es decir, no hay ni la más mínima intención de obrar en favor del cuidado de las máquinas que están generando, monitoreadas desde el CCPC, pero sin la asistencia en sitio, primero para evadir esa responsabilidad y delegarla en la vigilancia, sumadas a otras causas de riesgo que en el CCPC no se podrán advertir, como lo expusiéramos en la denuncia.

Para la central Riogrande I en Don Matías, existen dos generadores: uno de 20 MVA y otra Auxiliar de 500 KVA. En la máquina de 20 MVA, el sistema funciona llamando previamente al guarda de seguridad de turno para advertirle que la máquina se va a arrancar para que por favor opere los controles de las bombas que permiten la lubricación de los cojinetes. De manera pues, que los vigilantes, sí están ejerciendo funciones de operadores de centrales, mismas que requieren de un conocimiento probo y estos guardas de seguridad no lo tienen, ni se les ha capacitado para ello.

En la máquina auxiliar de Riogrande, se tiene instalado dicho software de operación remota, pero solo sirve para parar la máquina y no sirve para arrancarla ni para advertir otras alarmas. En este caso se está enviando a un operador para realizar la puesta a punto de la máquina cada que se sale del sistema, que en invierno se repite constantemente, en ocasiones hasta dos veces en el día, con los desgastes a que esto conlleva.

De otro lado se tiene un encubrimiento y una salida en falso del que se atreve a responder ésta solicitud en lo que se refiere a "lograr su sostenibilidad",  librando al azar de manera eventual del “por si acaso no sucede nada”, pero esa suerte que ha sostenido por tiempos la generación en las Pequeñas Centrales, sin que suceda nada, tampoco corresponde a la realidad dado si han sucedido muchos casos. Esto, habida cuenta a que como son plantas que por ser menores de 20 megavatios, no están sujetas al control de la CREG y no son Centrales de Generación Reguladas ni pagan por la disponibilidad como si sucede con las de mayores megavatios.

Luego entonces, si ocurren paros de máquina o daños que en el momento están sin la asistencia del operador, las dejan hasta que el operador llegue al turno a las 7:00 am, por horas paradas perdiendo la generación, solo porque como el operador experto no está en la central para revisar la causa del daño que sacó la máquina del sistema y solucionarlo si es del caso. Por orden del coordinador de operación y de mantenimiento, se dan el lujo de mantenerla inactiva hasta la a evaluación de lo sucedido. Si es un problema menor que se pudo solucionar y seguir generando, deciden al arbitrio de los jefes, perder esa generación que son muchos millones que sí afectan la sostenibilidad del negocio.

Las máquinas por algo fallan y quedan cesantes, sin lucro mientras llega el operador y revisa lo que sucedió, porque desde Medellín no pueden ajustar aceite en cojinetes vía satélite, ni pueden activar un extintor, a menos que tengan los sistemas anti-incendios en óptimas condiciones y de esto si hay que decir que no es así, por ejemplo: en Sonsón, no hay sistema contra incendios, en Riogrande está inoperable, en Niquía no funciona y eso que está nuevo y no hay duda que los sistemas de las otras Centrales están en pésimas condiciones.

“Lograr su sostenibilidad” dice el Gerente de Relaciones Laborales, quien, desde la ignorancia del tema, esgrime estar autorizado para responder de manera irresponsable estas inquietudes, pero desconoce del todo las demás dificultades que existen en La Dirección Pequeñas Centrales, por ejemplo:

1.      Jepírachi: el parque eólico, que es un proyecto piloto de EPM, de 19.5 MVA, “registrado como Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) por la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático”. Proyecto que lleva casi 13 años sin resultados económicos para la empresa por la problemática con las comunidades Wayuu, pero también por los costos de generación que asume la Dirección, y por eso bajan los presupuestos de las Pequeñas Centrales Hidroeléctricas a la mínima expresión con mantenimientos a medias y reduciendo costos de operación como por ejemplo el que nos ocupa, de abolir operadores y así mostrar gestión de supuesto ahorro, funcionarios que se necesitan para salvaguardar las máquinas y equipos que tenemos para la  generación hidráulica.

A este proyecto piloto que debiera asumirlo la empresa a través de otra Unidad, con sus propios costos y no la dirección, porque se está tragando todo el presupuesto de la misma, por unos intereses absurdos y caprichosos, le siguen jugando, sin importar el desangre económico que se traga miles de millones de pesos al año.

2.      Riogrande I: en el que se está aduciendo poco presupuesto para invertir, viene afectando la eficiencia de las plantas, porque no han querido invertir en la compra de un transformador con mayor capacidad; esta máquina de 20 MVA no se puede llevar hasta esa potencia porque el transformador obsoleto y deficiente solo soporta 10 MVA, son 10 MVA que durante más de 5 años se están perdiendo.

3.      Recientemente se realizó una adecuación en la subestación de energía de Sonsón, modernizada totalmente, pero la Dirección Pequeñas Centrales a quien correspondía la adecuación del campo de la generación de las plantas de Sonsón I y Sonsón II, lo hizo con repuestos de segunda. También por poco presupuesto. Por algo se presentan las fallas y son estas formas de administrar las que se deben corregir.

Esto, sin aludir a los temas de concesiones de aguas por parte de Cornare y el Ministerio de Ambiente que, por negligencia de los funcionarios encargados en el interior de EPM, se han perdido como es el caso de Rio Abajo en San Vicente, la Calera en Puerto Berrío, y se advierte que también se pueden perder concesiones en la minicentral Río Frio en Támesis, porque las obras no se inician con la agilidad que se requieren.

 ¿Entonces como se está afectando la “sostenibilidad del negocio”? deberán revisar si son las políticas y lineamientos del negocio o son las decisiones caprichosas de los mandos medios tendientes a deteriorar la sostenibilidad y así dar por descontado la inviabilidad financiera de las Pequeñas Centrales.

Es así como desde nuestra exposición, hemos hecho las claridades y dejado el precedente de que si algo sucede cuando las plantas estén sin el operador, de no investirse en nuevos trasformadores y generadores y de no iniciarse una gestión para mantener las concesiones de agua, sea absolutamente responsabilidad de toda la administración de las EPM cualquier evento que ocasione unas pérdidas patrimoniales y una falta del suministro energético en el sistema regional y nacional.

Hacerse maliciosamente al cobro de seguros por incidentes, como ha estado ocurriendo con otras centrales hidroeléctricas o en el peor de los casos, venderlas al peor oferente por las triquiñuelas que se inventan los enemigos de lo público y decidan regalarlas para darle gusto al GEA, hace parte de los claros ilícitos que estamos denunciando, en manera anticipada.

Notas:

1.      Anexamos video de un suceso de la semana pasada, en la Hidroeléctrica Caracolí, en el que se corrobora lo dicho de nuestra parte, ¿si estas cosas ocurren por caso fortuito donde el operador estuvo al pie de las máquinas y pudo sacarlas de servicio antes de que sucediera un daño mayor, que podría pasar en adelante sin la asistencia inmediata de una mano experta?

2.      Se anexa también la respuesta ofrecida por EPM.

“Una espina de experiencia vale más que un bosque de advertencias"
James Russell Lowell



JUNTA DIRECTIVA
UNIGEEP







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