En una clara
violación al Decreto-2015-DECGGL-2065,
el Señor Juan David Vélez Hoyos, cuyo cargo es GTE. GEST. RELACIONES LABORALES, GER. GEST RELACIONES LABORALES, se auto
delegó, en un claro abuso de poder y extralimitado en sus funciones para dar
respuesta de una petición a nuestra organización sindical. Personaje este
último quien ha mostrado una animadversión hacia UNIGEEP por nuestras posturas
ideo-políticas. Es de resaltar que el funcionario de marras no tiene ninguna
autoridad moral, mucho menos ética, para dirigirse a nuestra dirigencia, por
sus cuestionables comportamientos de los que poseemos, por fortuna, sendos
documentos, de sus calculadas malas actuaciones; pero ahí continúa, apoyado por
su parcero Ricardo José Arango Restrepo.
Comencemos
exponiendo parte del decreto aludido, inicialmente:
DECRETO 2015-DECGGL-2065
MARZO 24 DE 2015
Por el cual se
delegan unas funciones del Gerente General
EL GERENTE GENERAL DE LAS EMPRESAS PÚBLICAS DE
MEDELLÍN E.S.P. en uso de sus atribuciones estatutarias, y
con base en autorizaciones dadas por la Junta Directiva, tal como se indica más
adelante, y
Capítulo 4
“DELEGACIÓN DE LA ATENCIÓN DE LOS DERECHOS DE
PETICIÓN QUE SE PRESENTEN AL GERENTE GENERAL DE EPM
Artículo 7°. Atención de derechos de petición que
se presenten al Gerente General.
Delegar en los Vicepresidentes que desempeñen los cargos del Primer Nivel de la Estructura
Administrativa de EPM de conformidad con lo establecido en el Artículo 1 del
Decreto 346 de 2013 de la Junta Directiva de la entidad o en aquellos que lo
modifiquen o sustituyan, la función de
absolver, de acuerdo con las funciones propias del cargo, la atención de los
derechos de petición que se presenten al Gerente General de EPM y que sean de
su competencia acorde con las funciones asignadas en el Artículo 20 del Acuerdo
12 de 1998, en los términos y condiciones previstas en la normatividad que
reglamente la materia.(negrillas nuestras)
El procedimiento
para la atención de estos derechos de petición, información y consulta, será coordinado por la Secretaría General.
(Negrillas nuestras)
(Autorización
Delegación: Acta 1519 de 2010 numeral 10 – Acta 1571 de noviembre 2013)”
No obstante, la
respuesta que nos dirige el Señor Juan David Vélez Hoyos, quien insistimos
sigue con la desvergüenza de respondernos inquietudes elevadas al Gerente
General, saltándose las normas, como es costumbre en EPM, tenemos para
contestar lo siguiente:
En SONSÓN I y SONSÓN II, Caracolí y Támesis, que hasta ahora están
los tres turnos que se van a abolir luego de la instalación de los sistemas
remotos y modernizaciones que se proyectan, no garantizan la vigía de los
equipos que solicitamos se tenga, especialmente las de Sonsón I y II, que
tienen un alto riesgo de golpes de ariete por las condiciones de generación de
la cadena hídrica y la obsolencia de trasformadores y equipos.
En las minicentrales Hidroeléctricas de Pajarito en Yarumal y
Dolores en Angostura, ésta última que se encuentra en construcción, en ambas ha
existido la absurda idea de dejarlas a merced de un vigilante que deberá llamar
al Centro de Control Pequeñas Centrales CCPC,
para que a la vez ubiquen al operador de la región, para que se dirija a las
plantas de generación que están ubicadas a más de 30 minutos de su domicilio, que
por los riesgos de transitar en la noche, mejor la paran perdiéndose
generación.
Igualmente sucede con la minicentral La Vuelta a la que se llega
por la vía que va de Frontino hacia a
Abriaquí y la minicentral La Herradura que queda en Cañasgordas a más de 30 minutos
del domicilio del operador. Es decir, no hay ni la más mínima intención de
obrar en favor del cuidado de las máquinas que están generando,
monitoreadas desde el CCPC, pero sin la asistencia en sitio, primero para
evadir esa responsabilidad y delegarla en la vigilancia, sumadas a otras causas
de riesgo que en el CCPC no se podrán advertir, como lo expusiéramos en la
denuncia.
Para la central Riogrande I en Don Matías, existen dos
generadores: uno de 20 MVA y otra Auxiliar de 500 KVA. En la máquina de 20 MVA,
el sistema funciona llamando previamente al guarda de seguridad de turno para
advertirle que la máquina se va a arrancar para que por favor opere los controles
de las bombas que permiten la lubricación de los cojinetes. De manera pues, que
los vigilantes, sí están ejerciendo funciones de operadores de centrales,
mismas que requieren de un conocimiento probo y estos guardas de seguridad no
lo tienen, ni se les ha capacitado para ello.
En la máquina auxiliar de Riogrande, se tiene instalado dicho
software de operación remota, pero solo sirve para parar la máquina y no sirve
para arrancarla ni para advertir otras alarmas. En este caso se está enviando a
un operador para realizar la puesta a punto de la máquina cada que se sale del
sistema, que en invierno se repite constantemente, en ocasiones hasta dos veces
en el día, con los desgastes a que esto conlleva.
De otro lado se tiene un encubrimiento y una salida en falso del
que se atreve a responder ésta solicitud en lo que se refiere a "lograr su
sostenibilidad", librando al azar
de manera eventual del “por si acaso no sucede nada”, pero esa suerte que ha
sostenido por tiempos la generación en las Pequeñas Centrales, sin que suceda
nada, tampoco corresponde a la realidad dado si han sucedido muchos casos.
Esto, habida cuenta a que como son plantas que por ser menores de 20
megavatios, no están sujetas al control de la CREG y no son Centrales de
Generación Reguladas ni pagan por la disponibilidad como si sucede con las de
mayores megavatios.
Luego entonces, si ocurren paros de máquina o daños que en el
momento están sin la asistencia del operador, las dejan hasta que el operador
llegue al turno a las 7:00 am, por horas paradas perdiendo la generación, solo
porque como el operador experto no está en la central para revisar la causa del
daño que sacó la máquina del sistema y solucionarlo si es del caso. Por orden
del coordinador de operación y de mantenimiento, se dan el lujo de mantenerla
inactiva hasta la a evaluación de lo sucedido. Si es un problema menor que se
pudo solucionar y seguir generando, deciden al arbitrio de los jefes, perder
esa generación que son muchos millones que sí afectan la sostenibilidad del
negocio.
Las máquinas por
algo fallan y quedan cesantes, sin lucro mientras llega el operador y
revisa lo que sucedió, porque desde Medellín no pueden ajustar aceite en
cojinetes vía satélite, ni pueden activar un extintor, a menos que tengan los
sistemas anti-incendios en óptimas condiciones y de esto si hay que decir que
no es así, por ejemplo: en Sonsón, no hay sistema contra incendios, en
Riogrande está inoperable, en Niquía no funciona y eso que está nuevo y no hay
duda que los sistemas de las otras Centrales están en pésimas condiciones.
“Lograr su sostenibilidad” dice el Gerente de Relaciones
Laborales, quien, desde la ignorancia del tema, esgrime estar autorizado para
responder de manera irresponsable estas inquietudes, pero desconoce del todo
las demás dificultades que existen en La Dirección Pequeñas Centrales, por
ejemplo:
1. Jepírachi: el parque eólico, que es un proyecto piloto de EPM, de 19.5 MVA,
“registrado como Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) por
la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático”. Proyecto que lleva casi 13 años sin resultados económicos para la
empresa por la problemática con las comunidades Wayuu, pero también por los costos
de generación que asume la Dirección, y por eso bajan los presupuestos de las
Pequeñas Centrales Hidroeléctricas a la mínima expresión con mantenimientos a
medias y reduciendo costos de operación como por ejemplo el que nos ocupa, de
abolir operadores y así mostrar gestión de supuesto ahorro, funcionarios que se
necesitan para salvaguardar las máquinas y equipos que tenemos para la generación hidráulica.
A este proyecto piloto que debiera asumirlo la empresa a través de
otra Unidad, con sus propios costos y no la dirección, porque se está
tragando todo el presupuesto de la misma, por unos intereses absurdos y caprichosos,
le siguen jugando, sin importar el desangre económico que se traga miles de
millones de pesos al año.
2. Riogrande I: en el que se está aduciendo poco presupuesto para
invertir, viene afectando la eficiencia de las plantas, porque no han querido
invertir en la compra de un transformador con mayor capacidad; esta máquina de
20 MVA no se puede llevar hasta esa potencia porque el transformador obsoleto y
deficiente solo soporta 10 MVA, son 10 MVA que durante más de 5 años se están
perdiendo.
3. Recientemente se realizó una adecuación en la subestación de
energía de Sonsón, modernizada totalmente, pero la Dirección Pequeñas Centrales
a quien correspondía la adecuación del campo de la generación de las plantas de
Sonsón I y Sonsón II, lo hizo con repuestos de segunda. También por poco
presupuesto. Por algo se presentan las fallas y son estas formas de administrar
las que se deben corregir.
Esto, sin aludir a
los temas de concesiones de aguas por parte de Cornare y el Ministerio de
Ambiente que, por negligencia de los funcionarios encargados en el interior de
EPM, se han perdido como es el caso de Rio Abajo en San Vicente, la Calera en
Puerto Berrío, y se advierte que también se pueden perder concesiones en la minicentral
Río Frio en Támesis, porque las obras no se inician con la agilidad que se
requieren.
¿Entonces como se está
afectando la “sostenibilidad del negocio”? deberán revisar si son las políticas
y lineamientos del negocio o son las decisiones caprichosas de los mandos
medios tendientes a deteriorar la sostenibilidad y así dar por descontado la inviabilidad
financiera de las Pequeñas Centrales.
Es así como desde
nuestra exposición, hemos hecho las claridades y dejado el precedente de que si algo sucede cuando las plantas estén sin el
operador, de no investirse en nuevos trasformadores y generadores y de no iniciarse
una gestión para mantener las concesiones de agua, sea absolutamente
responsabilidad de toda la administración de las EPM cualquier evento que
ocasione unas pérdidas patrimoniales y una falta del suministro energético en
el sistema regional y nacional.
Hacerse maliciosamente
al cobro de seguros por incidentes, como ha estado ocurriendo con otras
centrales hidroeléctricas o en el peor de los casos, venderlas al peor oferente
por las triquiñuelas que se inventan los enemigos de lo público y decidan
regalarlas para darle gusto al GEA, hace parte de los claros ilícitos que
estamos denunciando, en manera anticipada.
Notas:
1. Anexamos video de un suceso de la semana pasada, en
la Hidroeléctrica Caracolí, en el que se corrobora lo dicho de nuestra parte,
¿si estas cosas ocurren por caso fortuito donde el operador estuvo al pie de
las máquinas y pudo sacarlas de servicio antes de que sucediera un daño mayor,
que podría pasar en adelante sin la asistencia inmediata de una mano experta?
2. Se anexa también la respuesta ofrecida por EPM.
“Una espina
de experiencia vale más que un bosque de advertencias"
James Russell Lowell
JUNTA DIRECTIVA
UNIGEEP
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