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lunes, 3 de agosto de 2020

El manguito rotador



El manguito rotador

Bien conocida es por todo el país la jugadita de un senador que se hizo elegir por los votantes de un lado para irse a servirle al sector más recalcitrantemente enemigo de los trabajadores y de los ciudadanos colombianos en general. El transfuguismo tan criticado y sentenciado cuando conviene, se convierte en una solución en momentos en que el engaño es la constante en un sistema electorero y avieso. De la experiencia narrada queda un consuelo, al personaje de esta corta historia le quedan pocos seguidores para reelegirse.

Caso contrario pasa en Medellín, en donde un personaje lleva 20 años jugando a la utilización de sus electores ingenuos, por decir lo menos, para hacerse elegir en el concejo de la ciudad, o para asirse a cargos públicos de altos salarios y de manejo de contratos onerosos, arrojando pésimos resultados en sus gestiones al punto de arremeter, con todas sus fuerzas con la ayuda de las herramientas criminales del estado colombiano contra todo aquel que quiera reclamar sus derechos ciudadanos.

La verdad es que el Señor Luis Bernardo Vélez Montoya, ha sabido jugar en la ruleta electoral que impone la Registraduría Nacional, cuando se ve bajo en seguidores recurre a sus artimañas poniéndose al lado de las minorías, para luego traicionar cualquier compromiso con quienes le hayan apoyado en sus campañas. Es de recordar que en el 2005 fue parte de los concejales que condenaron a UNE EPM Telecomunicaciones S.A. a escisión, aun sabiendas de lo que después vendría y de lo que hoy no se puede negar. En ese entonces andaba de la mano de Sergio Fajardo Valderrama, y cuando este le dio la espalda, logró camuflarse en cuanto rincón oportunista le dan resguardo.

También hay que reconocerle algo de viveza, pues han existido momentos en los que sabiendo que las oportunidades de ganar son mínimas se hace del lado de las minorías cuando interpreta que va a perder, quedando como un mártir que representa a los desfavorecidos que ingenuamente, cuando menos, salen a creerle sus mentiras y falsedades, mismas que en el primer descuido y adormilamiento pernicioso de estos votantes se las revierte aplicándoles con todo el rigor la sentencias del traidor sin escrúpulos. Es indiscutible que es un mago de juegos pirotécnicos pero con ciegos y ante quienes mantienen sus ojos vendados, o que cierran sus mentes con candado interno y externo.

Ahora aparece figurando como el todo poderoso Presidente del Concejo de Medellín, jalonando a toda marcha todos los proyectos que dejaran a nuestra ciudad, sus habitantes y empresas en la más cruel de sus crisis, pues a este señor lo que le importa es conseguir recursos económicos y financieros con las gruesas tajadas que recibe por ponerse del lado de quien llego a hacer negocios como alcalde, sin impórtales el futuro de nuestra ciudad. El ejemplo claro y patético de ello fue recibir muy calladito la solicitud de facultades especiales que solicitó Quintero Calle para cambiar el objeto social de EPM, que si no es por la presión que ejercimos varias organizaciones sociales ya le habría dado trámite.

Lo cierto es que Luis Bernardo Vélez Montoya como El buen manguito rotador continuará haciendo nombrar desde las clases pobres para ponerse al servicio de los que más dinero le paguen por sus viles acciones.

“Lo más hiriente de cualquier traición es que nunca es un enemigo quien la firma.”

Roberto Martínez Guzmán

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