El manguito rotador
Bien conocida
es por todo el país la jugadita de un senador que se hizo elegir por los
votantes de un lado para irse a servirle al sector más recalcitrantemente
enemigo de los trabajadores y de los ciudadanos colombianos en general. El
transfuguismo tan criticado y sentenciado cuando conviene, se convierte en una
solución en momentos en que el engaño es la constante en un sistema electorero
y avieso. De la experiencia narrada queda un consuelo, al personaje de esta
corta historia le quedan pocos seguidores para reelegirse.
Caso contrario
pasa en Medellín, en donde un personaje lleva 20 años jugando a la utilización
de sus electores ingenuos, por decir lo menos, para hacerse elegir en el
concejo de la ciudad, o para asirse a cargos públicos de altos salarios y de
manejo de contratos onerosos, arrojando pésimos resultados en sus gestiones al
punto de arremeter, con todas sus fuerzas con la ayuda de las herramientas
criminales del estado colombiano contra todo aquel que quiera reclamar sus derechos
ciudadanos.
La verdad es
que el Señor Luis Bernardo Vélez Montoya, ha sabido jugar en la ruleta
electoral que impone la Registraduría Nacional, cuando se ve bajo en seguidores
recurre a sus artimañas poniéndose al lado de las minorías, para luego
traicionar cualquier compromiso con quienes le hayan apoyado en sus campañas.
Es de recordar que en el 2005 fue parte de los concejales que condenaron a UNE
EPM Telecomunicaciones S.A. a escisión, aun sabiendas de lo que después vendría
y de lo que hoy no se puede negar. En ese entonces andaba de la mano de Sergio
Fajardo Valderrama, y cuando este le dio la espalda, logró camuflarse en cuanto
rincón oportunista le dan resguardo.
También hay
que reconocerle algo de viveza, pues han existido momentos en los que sabiendo
que las oportunidades de ganar son mínimas se hace del lado de las minorías
cuando interpreta que va a perder, quedando como un mártir que representa a los
desfavorecidos que ingenuamente, cuando menos, salen a creerle sus mentiras y
falsedades, mismas que en el primer descuido y adormilamiento pernicioso de
estos votantes se las revierte aplicándoles con todo el rigor la sentencias del
traidor sin escrúpulos. Es indiscutible que es un mago de juegos pirotécnicos
pero con ciegos y ante quienes mantienen sus ojos vendados, o que cierran sus
mentes con candado interno y externo.
Ahora aparece
figurando como el todo poderoso Presidente del Concejo de Medellín, jalonando a
toda marcha todos los proyectos que dejaran a nuestra ciudad, sus habitantes y
empresas en la más cruel de sus crisis, pues a este señor lo que le importa es
conseguir recursos económicos y financieros con las gruesas tajadas que recibe
por ponerse del lado de quien llego a hacer negocios como alcalde, sin impórtales
el futuro de nuestra ciudad. El ejemplo claro y patético de ello fue recibir
muy calladito la solicitud de facultades especiales que solicitó Quintero Calle
para cambiar el objeto social de EPM, que si no es por la presión que ejercimos varias
organizaciones sociales ya le habría dado trámite.
Lo cierto es
que Luis Bernardo Vélez Montoya como El
buen manguito rotador continuará haciendo nombrar desde las clases pobres
para ponerse al servicio de los que más dinero le paguen por sus viles
acciones.
“Lo más
hiriente de cualquier traición es que nunca es un enemigo quien la firma.”
Roberto
Martínez Guzmán
Para publicar o ver comentarios haga clic en “comentarios” en la parte inferior de éste artículo
No hay comentarios:
Publicar un comentario