La
verdad de lo que tenemos
El Doctor Gonzalo Álvarez Henao, continúa desnudando la corrupción en
Medellín. En esta ocasión vuelve y saca a relucir las inoperantes e inservibles
funciones que están obviando y dejando de lado los órganos de control, en todos
los sentidos en nuestra ciudad, por sus conexiones innegables con la
corrupción. La verdad de lo que tenemos
es expuesta por enésima vez, por nuestro gran amigo y asesor, con la
sobriedad y seriedad que caracterizan sus argumentos.
"No basta decir solamente la verdad, más
conviene mostrar la causa de la falsedad"
Aristóteles
LOS ORGANISMOS DE CONTROL EN MEDELLÍN, ESTÁN TUTELADOS POR LOS CORRUPTOS
POR:
GONZALO
ÁLVAREZ HENAO
Medellín, 30 de agosto de
2020
Por estos días con
ocasión de la crisis artificial que el Grupo Económico Antioqueño GEA ha creado
alrededor de EPM se ha hecho más evidente la falta de una respuesta clara,
precisa y contundente en cuanto al futuro de la entidad, por parte de quienes
sin sonrojarse dicen que son Concejales. Esta falta de liderazgo y de claridad
frente al manejo que se le tiene que dar a la empresa, parece confirmar la
tesis que de tiempo atrás venimos defendiendo y que apunta a
señalar que Medellín no tiene Concejo, sino una Junta Administradora
Local bien remunerada. Cuando decimos onerosamente pagada, es porque a los
contribuyentes les cuesta sostener este inútil organismo, más de 28 mil
millones de pesos este año 2020.
Estos, en su
mayoría ineptos concejales de Medellín, eligen contralor hecho a su medida, es
decir, también incapaz y complaciente con los corruptos, cuando no cómplices de
ellos. El funcionamiento de la inútil Contraloría General de Medellín, en este
año 2020 les cuesta a los contribuyentes más de 38 mil millones de pesos.
Los mismos
inservibles y corruptos, por acción u omisión, concejales de Medellín, también
eligen personero de la ciudad. Los candidatos preferidos son los que
padecen del mal de la ceguera. Esto es, para que no vean u oculten lo que
está pasando en la ciudad. A Medellín se la han estado robando en sus
narices y solo se limitan a producir declaraciones insulsas. El
funcionamiento de la Personería de Medellín, les cuesta a los contribuyentes
más 25 mil millones de pesos.
Para sostener los
tres supuestos órganos de control, hay que destinar más de 90 mil
millones de pesos, que si los suprimieran se podría destinar ese dinero para
darle comida a muchas personas que se acuestan con hambre. Algunos podrán
decir que esta es una propuesta descabellada y antidemocrática; de ninguna manera,
lo antidemocrático es mantener estos inútiles organismos para aparentar que
vivimos en un régimen democrático.
Los ciudadanos por
falta de conocimiento o por apatía, no hacen uso de los mecanismos de
participación democrática, que no sólo se expresan en la toma de
decisiones, sino en un patrón de comportamiento social y político, en el
pluralismo, la tolerancia y la participación responsable de la comunidad en la
búsqueda de solución de sus problemas y, lo que es más importante, en
el control social a todos los actos de los funcionarios públicos.
Un
ejercicio interesante del constituyente primario, sería el preguntarle a
cada uno de los que se hacen llamar concejales de Medellín, si sabe que
funciones tienen los concejos municipales y cuales desempeña cada uno de los
integrantes. Este interrogante resulta pertinente, pues hace pocos días estaban
discutiendo si le daban facultades extraordinarias al alcalde Quintero para
modificar el objeto social de EPM, pero al parecer no habían leído los estatutos
que pensaban autorizar cambiar. Ahora bien, si los leyeron no los entendieron
porque estos, según el artículo 29 del ACUERDO MUNICIPAL N° 12 DE 1998,
solo los puede transformar el Concejo y no el alcalde por decreto:
“ARTÍCULO 29.
Competencia. Las reformas de los presentes estatutos solo podrá
llevarse a cabo mediante acuerdo expedido por el Concejo de Medellín,
previa iniciativa del Alcalde Municipal”. Aclaro que no todos los artículos de
esos estatutos pueden ser modificados por el Concejo de Medellín. (Negrillas y
subrayas, no forman parte del texto).
Entre la función
más importante de los Concejos Municipales está la del control político, para
que se gobierne bien y para combatir la corrupción. En síntesis, los
Concejales son los representantes de la comunidad, y esta no los elije
para que le soben el saco al Alcalde o para que estén a sus pies, esperando que
les arroje unas migajas o un mendrugo de
pan.
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