Sobre el pago semanal
Tal como ya la habíamos advertido, en nuestro artículo publicado en mayo 13 de este año, la trampa con la que iniciaron fue dejar en la letra menuda de las convocatorias internas, que de ser elegido se le cambiaría la periodicidad de pago a quincenal o mensual. Luego con la entrada de funcionamiento de la plataforma que nos anuncian como una de las más reconocidas mundialmente , que dicho sea de paso no cubre todas las funcionalidades del portal de autogestión, pero aún así la venden como lo último en guaracha, dieron otro paso en la trampa que le estaban fabricando a los trabajadores, como se observa en la imagen que anexamos y lo pueden corroborar ingresando a WD, abusivamente y de forma abiertamente ilegal dicen que nuestro pago es mensual y según el historial de cambios muestra como “aprobado” haciendo pasar como si el trabajador pidió ese cambio y la empresa de comprensiva se lo aceptó.
El zarpazo final que con su maquiavélica pero torpe capacidad mental preparó Carlos Santiago Ospina Vanegas raya en la ridiculez de este personaje, que no deja de hacer su aparición en todos los escenarios en los que hace presencia de cualquier manera, siendo por ello que con la torpeza que lo caracteriza confunde un Reglamento Interno de Trabajo, con la constitución y las leyes de nuestro estado de derecho, y con los convenios internacionales que ha firmado Colombia.
Como no tiene un equipo de trabajo con el suficiente criterio profesional y ético que le haga observaciones o reparos a los despropósitos que este triste personaje se maquina en su oscuro mundo de ciencia ficción, en la que se ve y se siente como un emperadorcito que mantiene a todos sus súbditos obnubilados por ser una lumbrera; estos abogados de Relaciones Laborales se convierten en cómplices, empezando por el segundo al mando de esta área, Juan Manuel Gómez Vallejo, quien debería estar trabajando para una gran empresa de embutidos porque quiere ser la parte más importante de un sánduche, además porque se deja embutir todo lo que manda el señor Ospina Vanegas.
Ahora con el apoyo de la Señora Ana María Rubio Rubio, a quien volaron de Avianca, nos han querido tirar un anzuelo o señuelo para distraernos mediante algo que se sale del contexto de aquellos que conserven una naturaleza mental y jurídica de cara a la normalidad y al buen desarrollo social. Para nadie es un secreto que un Reglamento Interno de Trabajo es una guía comportamental que debe cumplirse para unos fines específicos, a la vez que es una exigencia legal para todas las entidades, sobre todo las públicas. Solo que la cerrilidad con la que se desempeñan los pseudo funcionarios precitados, cada vez confirma su calidad bajocre elevada a una estulticia infinita.
Queridos compañeros, no se dejan enredar por quienes no tienen sienes en su frente, sino el signo pesos en sus espacios cerebrales, pues la masa encefálica la naturaleza no se las facilitó. Lo propuesto es una trampa, sugerida por la nómina paralela de quienes ahora quieren conseguir que nos descuidemos con los micos, grandísimos, que le están metiendo a la guía comportamental que en el interior de la compañía nos debe regir. Es por ello que les pedimos a todos Ustedes compañeros que nos ayuden a descubrir los vicios que nos quieren meter en el escrito inventado que presentan para demostrar la imbecilidad con la que los conocemos. Igualmente les rogamos que en conjunto con nuestra dirigencia estemos muy vigilantes de cada movimiento de los maleantes aludidos.
No es cierto que las empresas puedan cambiar el ciclo de pago en forma unilateral, pues si así fuera cualquier punto convencional correría la misma suerte. Quienes consideran esto posible, o son de la misma casa descerebrada de los aquí ya citados, o están recibiendo los grandes aportes monetarios que también sabemos. Los que tenemos el sindicalismo como carrera y no como un escampadero para conseguir dinero, paseos, dádivas y otros negocios oscuros, sabemos y tenemos muy claro que lo más cercano a nuestra Constitución Política es la Convención Colectiva de Trabajo y que ningún documento panfletario puede superar o siquiera arrimarse o interpretarse o ponerse por encima de los acuerdos laborales. Ahora bien, en las entidades en las que no haya sindicatos, ni acuerdos entre partes la discusión se tendría que dar en otras condiciones.
Compañeros, en manera insistente, muy fraternalmente les pedimos el grande favor, además de no firmar absolutamente nada, de no dejarse apabullar, ni atemorizar, ni intimidar por las pretensiones de los que viven al margen de la ley, porque sería tanto como darle las razones a un atracador para que nos asalte. Los que deben tener miedo son ellos y no nosotros. Por el contrario trabajemos unidos para que descubramos todos los torcidos y orangutanes que sumados a la imbecilidad expuesta, nos pueden incrustar en un pasquín para perjudicarnos. Sobre el pago semanal les reiteramos que la lucha con nuestra CSGEPM, será siempre en los terrenos de las normas que nos rigen a los seres civilizados, porque con los lerdos y forajidos no tenemos nada que discutir.
"No hace falta conocer el peligro para tener
miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor"
Alejandro Dumas
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