El supuesto especialista, con falsos conocimientos en finanzas, al momento mal elegido Alcalde de Medellín, nos continúa demostrando que su llegada al primer estrado de nuestra capital, fue una decisión de quienes lo requerían para tomarse los negocios de la corrupción que viene confrontando, para imponer su propia estrategia de defraudación a los recursos estatales. Es inconcebible que un Duque reducido al tamaño de un estoraque con hambres atrasadas, siga al frente de los destinos de una ciudad con el sólo ánimo de apropiarse, en gran parte, de los dineros que tienen como destino la inversión social.
Las intervenciones de este mequetrefe, disfrazado de primera autoridad de Medellín, confirma que su única especialidad es la cometer ilícitos y de hablar para confirmar su brutalidad en términos matemáticos y aritméticos. No es posible que por tratar de tapar y de encubrir sus propósitos indelicados asevere tantas barbaridades, dejando una clara constancia que por mal asesorado que esté alguien que tenga cinco dedos de frente, los cálculos le permiten caer en la cuenta de unas imbecilidades tan evidente, lo cierto es que El Alcalducho Daniel Quintero Calle ratifica su tontocracia, como bien lo expresa el Doctor Gonzalo Álvarez Henao.
“Los
sabios hablan porque tienen algo que decir. Los tontos hablan porque tienen que
decir algo”
Platón
Los invitamos
entonces a leer lo que dice el Doctor Gonzalo Álvarez Henao:
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